27 de septiembre de 2010

Grandes Maricas de la Historia XIII


Ya por el treceno! Pues sepáis de este que su hermano fue un catorceno celebérrimo, pero no era marica… Con ustedes… 



¡Tachaaaaán! Felipe de Francia! O Felipe I de Orleans y Austria! Vamos, ¡el pequeño hermano de Luís XIV! Era hijo de Luís XIII y de Ana de Austria y con una ascendencia que ya le daba unos aires que para qué: sus abuelos paternos fueron Enrique IV y María de Médici, y por la otra rama tenía a Carlos I de España y a Barbarroja… igualito que la Esteban, vamos…

Felipe nació en el Castillo de San Germán de Laya, en el pueblo homónimo, en presencia de su padre, la Princesa de Condé y la Condesa de Vendôme, mucha flor y nata de Francia y poca intimidad y su padre quiso que fuera Conde de Artois, pero la tradición instaba a que el segundón fuera nombrado Duque de Anjou y tratado de Monsieur, título cortesano reservado al hermano más próximo al rey.

Lo de este niño ya era tan obvio y evidente que no tenía remedio. Apuntaba maneras, pero le dejaron en paz porque un niño marica como él era no sería nunca obstáculo para su hermano mayor, que es lo que le había ocurrido a su padre. De hecho, su madre –hace falta ser cabrona– le llamaba mi niñita y cosas así, y a las fiestas de la corte iba vestido de pastorcilla o, directamente, de mujer. Además, el Cardenal Mazzarino organizó su desfloramiento con su propio sobrino… Ea!

Felipe es la niña, el niño es Luis. Flipa, tía.

Ahora os voy a dar un poco de wikichapa, muy interesante, por cierto, sobre sus mignons

Su primer favorito habría sido, pues, Julio Mancini Mazzarino, sobrino del Cardenal y luego duque de Nevers, el primero en "corromperle" según las memorias del duque de Saint-Simon. Más tarde Armand de Gramont, conde de Guiche, hijo del mariscal de Gramont, príncipe de Vidache y virrey vitalicio de Navarra (follar con tanto título debe ser como estar con otros 20 en la cama, vamos). Guiche redujo a Monsieur a una tiranía escandalosa que produjo más de una crisis en la Familia Real.

Después de Guiche, Monsieur tuvo otros favoritos, como el marqués de Effiat (sobrino del marqués de Cinq-Mars que había sido favorito del padre de Felipe, Luis XIII). Sin embargo el archi-mignon indiscutiblemente desde la década de los 60 hasta el fin de la vida de Monsieur fue el caballero de Lorena, Felipe de Lorena. El caballero de Lorena era uno de los hijos del Conde de Harcourt, perteneciente a la estirpe principesca-ducal de Lorena.


El caballero de Lorena gobernó casi tiránicamente la Casa de Felipe, en detrimento de las dos duquesas de Orleans (sí, lo casaron por cuestiones de alianzas políticas). La primera, Enriqueta-Ana, consiguió hacerlo exiliar a Roma durante un tiempo. Pero tras la muerte de ésta (que algunos atribuían al propio Lorena), Luis XIV le permitió volver a la Corte. Parece que tácitamente Luis XIV -que aborrecía la sodomía - consintió la influencia de Lorena sobre su hermano a fin de tener controlada a la Casa de Orleans.

Tras la muerte de su tío Gastón en 1660, Felipe se había convertido en duque de Orleans: este patrimonio le convirtió en uno de los personajes más ricos del reino, lo que le permitió vivir con un fasto equivalente al de la Corte y convertirse en un gran mecenas.


Tuvo, asimismo, dos grandes residencias: En principio el Palacio Real, que recibió como patrimonio, que decoró con grandes frescos y en el que organizaba grandes fiestas; después el Palacio de Saint-Cloud, que le regaló Luis XIV en 1658 (se supone que con la esperanza de arruinarle), en el que Felipe realizó numerosas reformas, en particular la construcción de grandes jardines a la francesa.

Pese a su innegable coraje en el combate, Luis XIV no le dejó ningún margen de maniobra ni le concedió poder alguno. Aunque Felipe consiguió unas victorias en la Guerra de Holanda (Batalla de Cassel en 1677) contra el príncipe de Orange, a causa de sus celos, su hermano, le quitó toda dirección militar. El Rey Sol mantuvo apartado del poder, durante toda su vida, a Monsieur.


El papel de Monsieur en su tiempo debe considerarse en un terreno que no era menos importante en la época, el del ceremonial y la etiqueta. El duque de Saint-Simon recoge el sentir de todos los memorialistas de la época cuando afirma en sus memorias que Monsieur era "doctor en etiqueta". Luis XIV le consultaba cuestiones protocolarias y le confió tácitamente velar por el esplendor y refinamiento del ceremonial francés y la etiqueta.

Por otro lado, Felipe, a diferencia de su hermano, gustaba de vivir en París. Siempre acudía al teatro y a la ópera, ofrecía grandiosas recepciones en el Palacio Real y se dejaba ver en los mercados o ferias. Se convirtió así en un personaje tremendamente popular en la capital y al mismo tiempo en una suerte de representante del Rey en la vieja capital al menos en el terreno social. Por último, Felipe fue, como se ha dicho, un gran mecenas, no solo por su generosidad sino por su gusto refinadísimo y experto.

Así pues si bien es cierto que Luís XIV mantuvo a sus parientes, Monsieur a la cabeza, prudentemente alejados del espacio de decisión política, no por ello dejo de depositar en ellos y particularmente en Monsieur un papel de preeminencia social y protocolario muy importante. Por último si las relaciones entre Luis XIV y su hermano fueron a veces tumultuosas, ambos se manifestaron siempre un tierno afecto, caso prácticamente único en la historia de la monarquía francesa.

Felipe es el del dildo gigante de oro de la izquierda

Una caricatura de nuestro personaje de hoy la podéis encontrar en la película Vatel, peli que es, además, muy recomendable, con Uma Thurman y Gérard Depardieu.




3 comentarios:

  1. ¡Y qué trirabuzones! Qué tiempossss

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  2. Joer con el Felipín, sodomizado y tiranizado por sus amantes, endevé ...

    Muy interesante, como siempre.

    Besicos!

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  3. Pues no le fué nada mal...

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Piiiiip

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