16 de agosto de 2013

Las suecas no se hacen las suecas

Como ya sabéis, en ese país de mierda homófobos de mierda llamado Rusia se están llevando a cabo los mundiales de atletismo mientras todos los activistas de los derechos humanos están que trinan con las políticas antigays y a todos los que no son gays (bueno, ya me entendéis) se la pela con aquel argumento que, como comentaba ayer, defiende la homosexualidad siempre que no se tenga que ver demasiado en público, como el cagar y el mear, que vale que hay que hacerlo pero que no se vea...
El caso es que allí todos callados como putas hasta que han tenido que llegar dos atletas de Suecia y han tenido los huevos (en este caso los ovarios) de hacer una demostración simbólica de apoyo a la comunidad LGTB rusa realizando sus respectivas pruebas con las uñas pintadas de arcoiris y publicándolo, como ha hecho Emma Green Tregaro, en su Instagram escribiendo "Uñas pintadas con los colores del arcoiris. #pride #Moscow2013"... Y además refrendandose en su postura con unas declaraciones a un medio de su país en las que decía, básicamente, que era lo mínimo que podía hacer teniendo en cuenta que "el deporte se basa en el respeto y la tolerancia a los demás". Toma.

Bueno, pues no queda ahí la cosa sueca, porque otra más se marcó unas nada sutiles uñas de arcoiris también y se fue a correr sus 200 metros con todo su coño, en este caso rubio, claro, ayer jueves. Era Moa Hjelmer, sí, una atleta anónima que ha hecho más que los miembros de los diferentes comités olímpicos y a saber tú cuantos políticos y diplomáticos...

¿Y el problema? Pues no sólo que nadie más haya hecho algo similar, sino que una atleta rusa, Yelena Isinbayeva, ha soltado que le parece fatal lo que han hecho las suecas, que es una falta de respeto a sus leyes, que ellos solo quieren ser normales, chico con mujer y mujer con chico (al menos no ha hablado de manzanas y peras...), y que ellos, en Rusia, nunca han tenido problemas (o sea, maricones, supongo) y que quieren que así siga. Esta furcia de Satán es Premio Príncipe de Asturias y además dos (o tres, me la pela) veces campeona olímpica, amigos, y espero que pronto se le parta las dos rodillas y las piernas y no puedan volver a competir, o que se vaya a Dubai y que allí la traten como se trata a las mujeres con sus leyes, a ver si allí le parece normal respetar las leyes locales... Maldita perra.
Yelena Isinbayeva, guapa por fuera, fea por dentro

15 de agosto de 2013

El COI es como Mamma Russia

Lo primero es que tenéis que tener en cuenta es que lo de Mamma Russia está en inglés y deberíais leerlo como mamarrasha.
Como estoy muy perro y de vacaciones y no me apetece escribir (aunque eso me pasa de vacaciones y en jornada laboral), voy a inspirarme (vamos, traducir y darle mi toque personal, amigas) en un artículo la mar de interesante de The XX Factor a cuenta de estos hijos de puta de rusos homófobos de mierda en connivencia con el Comité Olímpico Nazi InternazionalInternacional, y es que ayer (perdón, antes de ayer, que estoy escribiendo esto anoche) el Ministerio de Interior Ruso confirmaba lo que varias autoridades del lugar llevaban anunciando durante semanas, y es que la gente abiertamente gay, fueran público o atletas participantes, serían arrestados bajo las nuevas leyes de homofobia que están dando rienda suelta a los brutales ataques y discriminación que se viven en ese país del que ya decía Paquita La Culona (Franco, vamos) que no eran trigo limpio. ¿Cómo te quedas? Pues con muchas ganas de ponerte a matar rusos, pero nosotros no somos así, por suerte, sobre todo porque a ver quién es el guapo que quiere prescindir de su señora de la limpieza con titulo de doctora en física molecular, claro, que limpian mucho mejor que una nacional o una filipina [todo esto es irónico; lo aclaro no sea que alguno se lo tome a la tremenda, que ya nos conocemos, y me monte un Change.org].
Lo peor no se queda ahí, lo más fuerte es que el COI dio a conocer su parecer diciendo que claro, que es normal, que unas olimpiadas no son el lugar para el "activismo político o religioso" de acuerdo con su artículo número 50 de la letra pequeña de los estatutos, que establece que en el entorno de los Juegos Olímpicos "no se permitirá ningún tipo de propaganda racial, religiosa o política". Todo muy o sea, o sea, porque digo yo que qué tendrá que ver la raza, la política y la religión con ser maricón o bollera, una condición biológica de la sexualidad de uno, vamos... En su lógica, hay que callarse y no hay que hablar de la sexualidad de uno en ningún caso.
La respuesta es absurda en varios niveles. Primero porque está mal desarrollada. Para la nueva ley el concepto es tan amplio que simplemente decir que quieres y aprecias a un pariente que es maricón es una razón suficiente para que te empapelen, y eso tiene poco que ver con algún tipo de propaganda. La segunda razón, y de más peso, es que la noción de que dar voz a los gays y sus derechos o simplemente ser gay es "propaganda política" es obtusa e insultante. Ayudar y apoyar el derecho de los homosexuales a existir abiertamente no es algo político, es una cuestión de dignidad humana, de respetar que los gays son tan humanos e iguales al resto como cualquier otro, y no ciudadanos pervertidos de segunda clase, vamos, eso de los Derechos Humanos.
Los atletas gays no tienen intención de hacer una gran marcha homosexual por todo Sochi arengando a las masas, como tampoco lo hicieron los célebres atletas negros (condenados después al ostracismo en su país, EEUU) que demostraron con su puño en alto del black powerque eran ciudadanos como los demás. Los atletas gays simplemente querrán llevar un pin con su arcoiris y, simplemente, darse un beso con su pareja tras ganar su medalla o la competición, y eso no es una demostración política, es una cuestión de dignidad (y van dos).
Pero al final no hemos de olvidar que todos son muy abiertos con la causa homosexual, pero con ese resquemor de "oye, pero no se por qué tenéis que estar demostrándolo constantemente", que por esa regla de tres podíamos prohibir a los bebés por ser una demostración de la heterosexualidad. Lo típico, yo tengo muchos amigos maricas y me encantan, son muy buenos y divertidos, sensibles y trabajadores, y guapos y musculosos... pero mi hijo que mejor no lo sea...
¿Qué ocurrirá? Pues lo primero es que debemos demostrar a ese país de mierda (o a sus políticos, seamos justos) que podemos boicotear, y mira que me gusta el vodka ruso, pero bueno... si hay que pasarse al Absolut, sea. Lo segundo es obligar a los respectivos comités olímpicos de cada país a ver que las cosas no son como las pintan y que no vamos a pasar por ahí, o estos juegos serán conocidos como la vergüenza del espíritu olímpico, incluso más que aquellos en los que ni Hitler, y mira que para nazi él, se atrevió a meter negros olímpicos en la cárcel.
Gracias, Tilda Swinton, por defender los derechos de los gays rusos.

10 de agosto de 2013

El libro del Mocho

Bueno, estoy oficialmente de vacaciones, lo que quiere decir que por fin tengo tiempo para dedicarle a la bloga, que tan abandonada tengo desde que me metí con Change.org... Por cierto, que no se me olvide después borrar todos mis datos de su base de ídem, aunque la verdad es que podría seguir apoyando causas con un nuevo perfil, como el de Otto von Bismarck oficial, por ejemplo, el político alemán nacido en 1815, total... ni que lo fueran a revisar...
A lo que íbamos, amiguitos: el Mocho es un must del mundo de las blogas, tal y como ya sabréis muchos. Fue gracias a Pasa el mocho que aquí, un servidor, comenzó sus andanzas en la red con la bloga que estáis leyendo, aunque sin la gracia, la chispa y esa prosa que lo caracteriza (a él, no a mi).
Hete aquí que, tras años de bloguera popular, el tío coge y da el salto al mundo editorial, sí, sí... en papel, oigan, ¿y cómo y por qué? Pues porque le ofrecieron escribir como sólo él puede hacer una guía ilustrada del ambiente para gays desubicados, o sea, un ¿Quién es quién? en este mundo en que antes se era marica o maricón y ahora se es huesiloca, musculoca, osa, leatherona,y un eterno etcétera que desubica al más ubicado, ya no sólo de los propios sino de los ajenos (vamos, a nosotros, los maricones, y a los otros, los normales). Pero no os vayáis a pensar que es una especie de listado errático, no... Es todo un estudio sociológico con sus características, sus comportamientos y sus hábitats naturales o antinaturales, como preferáis, en plan Linneo, vamos, pero sin los nombres en latín y con muchos dibujos, como dios manda, de la mano de Daniel Mainé.
Salió a la venta el pasado julio, y se edita en papel, así que las modernas tecnológicas y las informáticas van a tener que salir de casa, prozac mediante, o pedirlo por internet, claro, y luego usar sus propias manos y pulgares oponibles para leerlo pasando páginas, como se hacía en el siglo pasado y anteriores... Pero, amigas, merece la pena, en serio... ¿Cuándo os he recomendado algo que no mereciera la pena, aparte de la Power Balance? Pues eso, nenas, que 12 euros se gastan mejor en un libro que en una sauna o en copas y vicios, así que tenéis veranito para leerlo,...
"Yo creía que era butch y ahora resulta que soy bollosport", Persita Puig, viuda, 36 años, paracaidista.
"Me quedo más tranquila sabiendo que mi hijo es un maricatólico", Soraya Báñez Mato, 45 años, ministra.

LEAMOS, AMIGAS