27 de junio de 2014

Ni Orgullo ni hostias

Es bien sabido, y aquí queda constancia, de que todos los años he hecho la típica posta de arenga por los derechos, la visibilidad del Orgullo y todo eso, como no puede ser de otra manera. De hecho, un año tuve, a cuenta de ello, una enganchada con alguna limitada responsable de comunicación de una de esas fiestas multitudinarias y, como luego supe después, no la largaron de su trabajo de milagro.


Llevamos unos añitos, los que lleva por los pasillos del ayuntamiento de Madrid nuestra querida Anita Botella, La Irreciclable, aguantando los desmanes de la administración con el tema de las fiestas, que si nada de barras, nada de ruidos, nada de música, nada de Chueca. Lo curioso es que esto sólo ocurre con las del Orgullo, porque luego en San Isidro, por ejemplo, no se ponen trabas a nada, en las

LEAMOS, AMIGAS