11 de septiembre de 2012

De Bimba y otras Chapuzas

Ya sabéis que la semana pasada o así (hay cosas que es mejor olvidar), tuvo lugar lo que antes se llamaba Pasarela Cibeles y que ahora, megapromocionada, se denomina MBFW Madrid, que es una manera muy útil de ocultar el monstruo: Mercedes-Benz Fashion Week.

Básicamente, se puede ver a la gente de siempre haciendo las cosas de siempre, poco inspirados o demasiado inspirados en cosas que ya se han visto antes en otras pasarelas de verdad y, de vez en cuando, despunta alguno (si le dejan, claro) con talento, en plan Moises Nieto, mientras otros que despuntaron en otros momentos, como José Castro, están llenos de historias nada halagadoras sobre la naturaleza de su inspiración, aunque ya se sabe: de todo se dice en los mentideros. Entre estos últimos están aquellos que pudieron ser y no fueron (que es como si yo me hubiese dedicado a quitar etiquetas de camisetas, customizarlas y hacerlas mías vendiéndolas como diseño singular,...) como, por ejemplo, David Delfín, que hacía 10 años que desfiló en Cibeles con aquellas modelos a las que puso una capucha mientras su supeamiga Bimba Bosé le miraba con una cara de odio que no veas...


Total, que después de una cosa de ni pena ni gloria durante estos años, rodeado de toda una camarilla de fans y, sobre todo de su inseparable Bimba y su Pelayo, ya está encumbrado como modisto, tanto que, como apenas tiene nada que ofrecer de lo que hablar, se montó su espectáculo el día de su desfile, proyectando un cortometraje que sirviese para eclipsar lo que después iba a seguir, algo que, a la luz de estas palabras, ocurrió.

En el corto (que si no habéis visto, ahora os pondré) aparece Bimba que ya, desde luego, no es esa tipa increíble de hace 10 años que te quitaba el hipo en la pasarela... ahora es una especie de caricatura de sí misma, con su sempiterno peinado y su falta de cejas, y muy echada para adelante, tanto que se mete en este embolado de protagonizar una historia en la que llega tarde al desfile de su amigo. En pánico, y tras un grito de lo más falso e increíble (¿será cosa de que el director es, como Clint Eastwood, un one-shot director, director de una sola toma?) monta en su coche de la marca que promociona la cuarta pasarela y ahí, ante todos, la chica limpia, fija y da esplendor a la lengua castellana con una nueva expresión: ser menos creíble que Bimba Bosé en un corto, con cada gesto, palabra o interjección.

Tras tres minutos (de reloj), viendo cómo unas mágicas manos ciudan y maquillan a la sobrina del Papito, el guión se hunde. En plan teatro grecorromano, surge el primero de muchos deus ex machina (elemento externo que resuelve una historia incurriendo en una falta de coherencia interna) en la forma de Rossy de Palma versión Guardia Civil; luego el segundo, en la forma de Mario Vaquerizo y Alaska (desaprovechadísimos), que tampoco consiguen animar el asunto; tercero, Antonia San Juan en la figura de la muerta de la curva (WTF!?) y, para terminar, Topacio Fresh que guarda las puertas de IFEMA,... Fin: logo en primer plano de la marca y... engancha justo con el desfile... ¡Oh! ¿Qué golpe de efecto!






¡Oye, oye! Que os puede gustar, ¿eh?, aunque a mi me parezca un despropósito y una cosa mala, pero bueno, es que, como según parece decir el hermano del director, yo soy como las demás maricas provincianas (sic) que no entendemos el arte y la vanguardia y criticamos esta obra cumbre de neorrealismo madrileño, y es que cuando un marica es de Madrid es de mejor calidad, un maricón ibérico, como el buen jamón... ¿De dónde es David Delfín, por cierto? ¿Y su Pelayo? ¡Preguntas, preguntas!


Ah, y que lo nuevo de la colección de David Delfín es llevar la espalda abierta de abajo a arriba. Súper. Mañana me voy a Nueva York, que están en plena Fashion Week... seria, claro.



4 de septiembre de 2012

De Diseñadoras y Negras Chungas

Bueno, si está claro que esta bloga funciona cuando se me calienta la boquita...

Para los que tenéis la desgracia de leer mi Twitter o mi Facebook, ya lo comenté ayer varias veces... para los que no, pues aquí os narro la historia de una diseñadora mediocre que toda la vida hizo cosas supuestamente innovadoras sin ser ellas tal cosa, pero vamos, ninguna novedad dentro del panorama de la moda de España.


Ana Locking (Ana González para la familia y amigos de toda la vida) presentó su innovadora colección en la pasarela esa que nadie conoce fuera de España pero que aquí te venden como la cuarta pasarela, quizás así llamada en cierto paralelismo con la cuarta pared teatral, que es la que no existe porque separa al público del escenario. Total que, a mi, como si salen en bolas, porque Cibeles o la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, como se llama ahora, me parece un agujero en el que todo el mundo parece autofelarse con placer mientras se alaban por hacerlo, felando de paso a los demás, a los que sueltan el parné y la subvención y todo esto observado por un público (perdón, una clap) que aplaude con las orejas al primer mamarracho que desfila. Me parece todo una medianía, pero por lo que no paso es por cosas como la inspiración (suenan toses incómodas) que aquí se muestra...
Y, fuera de este país, cualquiera diría que es vergonzoso que haya gente mediocre que se hinche a subvenciones para clavar diseños ajenos, pero aquí ¿qué se dice? Pues en vez de bajar la cabeza y entonar un buen mea culpa (que siempre limpia, fija y da esplendor) la diseñatriz suelta una especie de "No! No! Si es que yo también sigo la línea de diseño de Andrés Gallardo pero con otros materiales", de risa, vamos... y se queda tan ancha y, la gente, encantada de lo suyo (iba a poner encantada del coño, pero me siento repetitivo y grosero,... vamos, como siempre)... Aunque, sinceramente, prefiero esto a la muestra de sangre de diseñadora que hace un par de temporadas la Locking daba a los asistentes a su desfile porque su obra era muy orgánica, o sea, con estampados de células y otras microscopías.


Lo curioso es pensar que ambos diseñadores comparten siglas (A.G.), lo que quizás explique todo...

Pero no nos preocupemos por estas cosas que no salen de aquí, que las hay peores y que son para mear y no echar gota, como la noticia de esa tipa que hace música, Nicky Minaj, que coge y suelta esta perla...
“Soy una republicana que votará a Mitt Romney. Vosotros, putos vagos, estáis jodiendo la economía”. Estos versos que la cantante Nicki Minaj rapea en el tema Mercy han desatado la polémica en las redes sociales y, por extensión, en el ámbito político y musical. (El País)
Pose Laura Winslow

Con todo su coño moreno, sí, porque la chavala es evidentemente morena y medio negra, y, aunque aquí la veáis de rubia, es rubia avión, de las de caja negra. Y es que es de flipar que una cabaretera (como dicen las abuelas) tenga los huevos de decir que va a votar a los republicanos, esos que hace menos de 50 años le hubiesen dicho "cállate, negra, y ponte a fregar" y que aún, cuando ven a una negra trabajar, le echan cacahuetes, ergo ya no lo dicen pero lo piensan...

¡ACTUALIZACIÓN!
Que mi prima Nicky estaba de sarcasmo, ironía y era todo una coña, sabedlo:

Nicki Minaj to Obama: ‘Thank you for understanding my humor and sarcasm Mr. President.’

Menos mal, maricón... Gracias al comentario anónimo por el aviso :-)

Pues eso, como aquí los maricones que votan al partido que les ha interpuesto un recurso de inconstitucionalidad a la ley de matrimonio homosexual... Manda huevos, amigas.

Mañana creo que me meteré con David Delfín o Bimba Bosé... lo mismo da.

Besos.


3 de septiembre de 2012

Septiembre y un Chino en el Correo

Bueno, una vez más ya hemos vuelto al punto de eterno retorno, el fin del verano y el comienzo de la crisis con la que nos hundirémos más: Mariano el otoño y la vuelta a la actividad...

Todo es absolutamente deprimente, lo sé, pero hemos de tener en cuenta que septiembre trae cosas buenas... a mi, para empezar, jajaja... No, en serio, se acaban los telediarios en los que se rellena el espacio con noticias de viejas restauradoras de pinturas y un país, el nuestro, en el que todos somos expertos en todo, desde ser seleccionadores nacionales hasta ser restauradores o avezados forenses capaces de distinguir un diente de humano de uno "de paloma" (sic), como llegué a ver/oir en Telecinco, la cadena amiga... amiga de la mierda.


Vuelven a La Sexta El Intermedio, con Wyoming, y Al Rojo Vivo, donde se da voz a las mentes más preclaras de la derecha mediática de este país, adjuntos y directos de periódicos tan insignes y contrastados como El (in)Mundo y La (sin)Razón, entre otros muchos... para que luego digan que los medios de izquierda son parciales...

Al que no volveremos a escuchar en las mañanas de la SER es a Carles Francino, algo que casi me hace creer en dios de nuevo, y a su amiga Ana Guantes, que durante estos años se han encargado de cargarse (valga la expresión) uno de los mejores programas de la actualidad en las ondas que Gabilondo llevaba con tanto rigor. Ahora queda en las manos de Pepa Bueno y mi idolatrada Gemma Nierga, aunque a cambio La Ventana morirá asfixiada en las manos de Francino, que la perpetrará cada tarde.

Otra a la que hay que ver dónde acaba es Ana Pastor, a la que, cualquiera diría, Cospedal quitó la silla después de aquella entrevista que Ana le hizo y de la que salió espantadita. Yo lo llamo venganza, otros recortes y otros hijoputismo. Y, hablando del gobierno, supongo que a estas horas de lunes por la mañana ya estará la prima de riesgo disparadita después de alguna declaración de algún ministro o del mismísimo presidente, y la gente estará ya preparándose para el célebre otoño caliente.


En cualquier caso, si queréis huir del país, no lo hagáis como ese chino que se mandó a sí mismo por correo y casi muere en el intento, ¿no sabéis cuál?

Pues sí, ayer publicaba La Vanguardia que un chinorri enamoradísimo se envió a sí mismo en un paquete a su novia en plan sorpresa, aunque el muy imbécil casi palma por asfixia, en parte gracias a no hacer agujeros en la caja y en parte a que los perros de la empresa de transporte tardaron 3 horas en hacer llegar el paquete y cuando la novia lo abrió casi se lo encuentra fiambre... eso es amor, y lo demás es viajar en transporte publico, aunque aquí, con la subidita del IVA, quizás deberíamos llamar a SEUR.


LEAMOS, AMIGAS