29 de octubre de 2015

Primark o la Destrucción del Mundo Libre

¿Cómo empezamos hoy...? Bueno, resumiendo. El otro día estuve en Primark, no el de Gran Vía, que no estoy yo para hacer colas. De eso que fuimos a ver muebles a no sé qué polígono y acabamos en ese centro comercial enorme y con bien de mármol y bien de kitsch, Plaza Mayor Gran Plaza 2 (no, esto no es Master Chef, o sea, no es product placement) y la verdad es que flipé porque es plan centro comercial de las pudientas, sabes? Es lo contrario que ir al de la Gavia, que está en el Ensanche de Vallecas, y que es todo chonismo genuino y puro y concentrado. En ambos centros comerciales hay un Primark, y en el de Plaza Norte (o sea, el fino) me compré mi...

¡MONO DE CHEWBACCA OFICIAL!
Bueno, sí, que resulta que Primark tiene cosas oficiales de La Guerra de las Galaxias, chica, aunque yo no me lo compré por ser fans sino porque parecía calentito, y lo es, megacalentito, aunque no es que se parezca mucho al Chewbacca original...
Feo, sí, pero calentito
Bueno, el caso es que pensé "ya verás la que te cae cuando digas en alguna red social que has comprado en Primark, que te pondrán de asesino de niños de Bangladesh como poco", porque la gente es así, muy intensita y tal, como cuando Esperanza perdió la alcaldía, ya sabéis. Primark es muy barato, insultantemente barato y, evidentemente, ahorrarán en materiales, publicidad y mano de obra, como en el resto de las industrias, y si compras ahí se te abalanzan todas las recicladoras, veganas y, sobre todo, los defensores de la dualidad vascos y vascas o vasc@s... ah, y los comerciales de UNICEF de la calle Preciados y Fuencarral y, mira, nena, eso no.

Esperanza llevando fatal perder la alcaldía frente al Soviet destructor

Vale, el mundo es horrible, y nosotros somos más horribles porque nacimos en Europa; unos explotadores sin alma, responsables de la colonización homicida de África, unos genocidas de aborígenes americanos, unos asesinos de animales y encima cristianos, que es ya el mal supremo, y machistas y blablabla... Y mira, que no, ¡no soy nada de eso, pesada, joder! ¡Y dúchate, marrana!

Bien de rastas/rastos/rastes/rast@s

Y es que la gente es una cacholerda que vive en su mundo de fantasía y color en el que matar un animal para comer es un crimen ignominioso, pero se compran un móvil que lleva coltán, ese mineral tan escaso que provoca guerras y cuya extracción acarrea miles de muertes de Ruanda, además de trabajo al límite de la esclavitud. Te miran como si fueras un asesino porque llevas una cazadora de piel, no como ellos, que todo lo llevan sintético, vamos, que no han matado a nadie salvo a unos cuántos miles de chinos que palman por la polución que producen sus fábricas donde nos hacen las suelas de goma... Y eres mierda, porque no te alimentas de cultivos biológicos, ¿sabes? Sí, esos cultivos biológicos que no usan fertilizantes infernales y que por ello tienen que realizar cultivos extensivos que acaban con hábitats forestales además de cientos de especies animales y vegetales oriundas... Porque, claro, matar 100 millones de cerdos es un genocidio animal, no como acabar con especies desconocidas y poco numerosas... total, ojos que no ven... Y paso de ponerme con los transgénicos, la homeopatía y las vacunas porque tendría que ir a por mis ansiolíticos... ¡AH, NO! ¡Que las farmacéuticas son el mal definitivo!

Como un Ferrari: de 0 a intensa en ocho líneas

Y ni tanto ni tan calvo, amiguis. Ni podemos ser tan cínicos de obviar que no estamos haciendo las cosas bien ni tan flower power de pensar lo contrario y que la solución de todo está en no comer carne, dejar los lácteos y ser orgánicos, pero sobre todo no podemos dar la chapa constantemente con que si Amancio Ortega es el mal, Primark es Satán porque no es cosa de este o aquel, sino de toda la sociedad de consumo que nos hemos creado y de la que todos disfrutamos en nuestra ciudades con calefacción, internet, supermercados, móviles, médicos y ese largo etcétera que se llama estado de bienestar, y que, por cierto, se está cargando Lady Marian (esto es para que me llaméis machista y homófobo por algo).
"Disculpe. Yo sólo pasaba por aquí..."

¿Y todo esto a qué venía? Ah, sí... a lo calentito y maravilloso que es mi mono de Chewaca Chuaka Chumaca Chenoa Chewbacca.


28 de octubre de 2015

De Renfe y los Problemas del Primer Mundo

Vamos a enlazar temas como si fuera esto un cadáver exquisito. Si no sabéis lo que es, es que estáis muy poco leídas y quizás (sólo quizás) es que yo sea la típica marica de letras resabida (quizás) y, si en algo os interesase, podréis ir a la wikipedia a que os ilustren, que yo con poner el vínculo ya he hecho bastante. Al grano. Me está pasando, amigas, como hace años, que se me acumulan los temas de las entradas y aún así vamos de mamarrachada en mamarrachada, y decía que vamos a enlazar entradas porque ayer hablábamos de Hoteles Homosexuales y hoy vamos a Kike Sarasola (guiño-guiño) y su problemita con Renfe.

CLASICAZO, nenas, CLASICAZO

¿Pero a cuento de qué, Otto, tía? Pues mira, porque esta mañana alguien de mi Twitter ha hecho un RT y me ha aparecido en mi TL (tampoco estamos aquí para explicar qué es RT ni TL) lo siguiente...

Y me he quedado como Carmina en la bañera (muerta; esto sí lo explico sólo porque estamos cerca ya de Todos Los Santos y ya sabéis que yo soy muy pío y creyente). Renfe puede ser muy mierda por muchas cosas, admitámoslo. Para empezar porque el AVE Madrid-Bilbao pasa por Valladolid, que es como viajar de España a Italia pasando por Marruecos, y porque aún no hay wifi y porque hay que quejarse siempre, coño, que es deporte nacional (sí, sí, la envidia también, no me olvido), pero, alma de cántaro, Renfe no es una mierda porque no hayas

A) Impreso el billete en casa
B) Impreso en billete en las máquinas de la estación
C) Descargado el Passbook

Y esto es así, seas dueño de una cadena hotelera o seas la típica bloguera envidiosa marica mala aburrida (parad ya de ponerme epítetos que esto me supera, amigas troll) que se queja como el resto del país (menos de Carmena, ojo, OJO), porque cuando sacas el billete te plantan lo siguiente:

¡Oh, sorpresa!

¡Hombre, Kike! ¡Favor de Dios! Que lo pone muy claro, hombre... Billete impreso o billete en el móvil, y con el vínculo de descargar el Passbook ¿Que debería poderse llevar uno el pdf en el iPad? ¿Que sólo tienen que escanear los cuadraditos esos negros del código QR? Bieeeeeeeen, vale, lo admito. Lo admito yo, mi vecina la ruidosa e incluso Esperanza Aguirre, sin ser ella nada de admitir cosas.

¡Me confunde usted, caballero!

Y es que hay que ser muy justos, que enseguida se nos calienta la boquita, y a mi el primero, que será por boca y por caliente. Además, a ver, que en un minuto entras en el correo y descargas el billete o te vas a las máquinas a imprimirlo, que hay como chorromil en la entrada del control. ¡Ojo! Que te entiendo perfectamente. A mi, por ejemplo, me pasó de estar en un bar muy chic y muy de moda y muy homosexual hace unos años. Estaba hasta arriba de gente, pero había muchos camareros, guapos, fuertes y tal. Yo, que soy muy educado, me fui colocando hasta que llegó mi momento de pedir y el camarero me ignoró. Primero de la línea, en la barra, con toda mi cara plantada ahí y sonriente. Ignorado. Le llamo y hace como que no estoy, invisible. Me palpo la cara y el cuerpo, pensando que, quizás, había transmutado o estaba en proceso de metempsicosis (o transmigración) o algo así, pero no, ahí seguía yo, transparente...

Pues no sé cómo no me ve, la verdad...

A la cuarta vez que le dije perdona, ya me cambió la cara y me puse de muy mal café, y me estropeó la noche el tener que ponerme de esa manera, aunque también influyó que estaba yo medio liado con un tío que era como el perro del hortelano, que ni come ni comer deja. El caso es que esto ya fue hace tiempo, cuando esta ahora humilde bloga tenía bien de visitas, pero no se me ocurrió decir que en el bar del Hotel Óscar, que es donde todo esto tuvo lugar, había tenido una muy mala experiencia y que era una mierda... ¿Vaya desenlace, eh, amigas? Pues eso, moraleja de vieja.

Así se enhebra en esta bloga, amigas, con el dedito en el agujerito

27 de octubre de 2015

De Hoteles Homosexuales

Hay una desgracia de la vuelta de la bloga (añadida a la de que me tengáis que soportar los que lo hagáis, pero es cosa vuestra) y es volver a tener putas notas de prensa en el correo, notas de prensa que me interesan una puta mierda y de las que no pienso hacerme eco de ellas si no me invitan a nada, claro está, que ese es el fin de toda bloguera de mierda, ¿no? 

Al grano, que no son horas. De esta nota de prensa sí me voy a hacer eco, zasca. Fulanita de comunicación de Axel Hoteles anuncia, querido colaborador, que se han liado con una filial del Sabadell "para abrir el primer hotel en Madrid dirigido al público LGTB"... Dirigido al público LGTB... Vamos a ver, ya no estamos en 1996, así que no hace falta que en Madrid nos dirijáis establecimientos específicos. De nada. Segundo, ¿un hotel dirigido al público LGTB?... Errr... Pero, espera, que me he perdido, ¿qué vamos a hacer? ¿Como las ultrafeministas que se abren gimnasios solo para mujeres? ¿Y por qué va a ser LGTB? ¿Habitaciones rosas? ¿Zona de cruising? ¿Aparcamiento para los camiones de las bolleras? ¿Zapatería especial para el calzado transgénero? ¿Hola? ¿HOLA?

La habitación del perfecto homosexual

Pero vamos a ver... ¿es que los hoteles de toda la vida son heterofriendly? Porque yo he ido a hoteles normales y allí les ha dado igual que la habitación de matrimonio fuera para dos tíos, dos tías o una pareja de heterosexuales... Vamos, que quizás hace veinte años te miraban raro, pero ¿ahora? ¿Y en Madrid? Y aún más importante ¿en la calle Atocha, maricón? 

Bollera haciendo checkin en el hotel

Y es lo de siempre, que se piensan que las maricas somos ricas y nos vamos a ir a un cuatro estrellas y encima fuera de la zona marica. Pues no. Lo última vez que miré un hotel de estos de Axel casi me da una sobredosis de diseño trasnochado y de precios nada populares e, hija, yo no pienso pagar más por maricón, que ya nos ha tocado en la vida de sufrir y de sufrir. Y vamos ver si nos dejamos de estereotipos de una vez, que si a los maricones son muy sensibles primero, así que hoteles con sensibilidad, que les encanta la decoración después, así que lo decoran todo en plan art maricó, que les gusta hacer deporte, pues plantan un gimnasio...  Que no, coño, que no.
Detalle de la habitación para tortilleras rudas

A mi me gusta estar rodeado de maricones como al que más, y si es en un bar de maricones, pues mira, también, qué coños cojones, mira qué incoherente soy, y no tiene por qué ser un cuarto oscuro, ni de diseño nórdico, ni lo más plus de la modernidad y, básicamente, me encanta porque (y ahora me saltáis a la yugular) no hay críos y sí hay gayers amigas. Sí, soy un monstruo sin sentimientos, casi tanto como quien se va de bares a las once de la noche con los niños y el bebé. Pero eso para otra entrada, que luego os ponéis pesadísimas con que si la polémica y toda esa cosa cansina.


A lo que iba, que me gustan los sitios de maricas, sí, pero un hotel me parece absurdo, la verdad, porque básicamente duermes en él y te largas, y para eso no pienso pagar el plus de maricón que nos exigen los empresarios hosteleros. Que no, que no. ¿Que tú sí? Pues guay, amiga rica. Yo ya si eso me busco un apartamento en el AirBnB ese exclusivo para maricones, el mister nosequé ese.

Otto, encima de envidiosa y marica mala aburrida, ahora incoherente,
eres pura esencia de España.

26 de octubre de 2015

Tíos buenos, Comentarios y Gente Intensa

El viernes pasado pasaron muchas cosas en mi muro y en los muros del mundo en general. Lo primero de todo fue la aparición de un gif muy de viernes en mi muro que alegró el día a muchos, aunque más alegría supuso ponerle nombre y que todos pudiésemos buscarlo en la red y además darme un tema sobre el cual escribir hoy. El bigardo en cuestión era este...

Todos con las bragas en los tobillos

¡Tomaaaaaaa! ¿Pero quién es este hombre? Pues es fácil que no sepamos quién es porque por aquí somos maricas y tenemos dos dedos de frente, cosa que evita que veamos el WWE ese, la cosa esa americana de lucha libre de mentira para basura blanca hetera, con perdón, de donde ha salido este pedazo de macho. Ah, el gif que puse era este...

Explosión dentro del pantalón

Bueno, al grano. Se llama Claudio Castagnoli, es suizo y ahora es luchador profesional en World Westling Entertainment (WWE) bajo en nombre artístico de Cesaro, tiene 34 añitos y mide 1'96, lo que aún lo hace más grande, porque tener ese cuerpo con esa altura es telita, salvo que esté hormonas hasta las cejas, cosa que es bastante probable.

"Yo si que te voy a dar hormonas, bonita"

Siempre me ha flipado cómo se puede ser tan retrasado de ver WWE y cómo puede ser algo tan celebrado en EE.UU., aunque la verdad es que es una pregunta absurda que tiene su contestación en el ejemplo que nos da Sálvame en España, que, como diría Felipe González, son la misma mierda... pero, ojo, que algo sea una puta mierda no significa que la gente no tenga que verlo, eh? Cada cual que vea su mierda, que ya somos mayorcitos, aunque con el WWE al menos tenemos monumentos como este.
¡Me confunde usted, caballero!

Os decía que iba a dedicarle una entrada en la bloga, como veis, a pesar de que enseguida alguien descubrió quién era en los comentarios de Facebook y reveló su identidad. Pensé en ese momento en dos cosas a) matar y b) escribir sobre otra cosa, hasta que vi que la gente es incapaz de leer los comentarios de Facebook. Tú plantas algo, un tío bueno, por ejemplo, como Nyle, y explicas que es uno de los concursantes de la última edición de America's next top model y después de la aclaración ocho de cada diez comentarios son del tipo "¿Quién es este?", después de que esté puesto ahí en cristiano, más clarito que el agua...

Una mirada para perder las bragas

Y es que la gente o no lee los comentarios o los lee y los transfigura, como Cristo en el monte, como también pasó el otro día con una publicación sobre Adele. Ya sabemos todos que ha sacado un single, Hello, horror para unos, maravilla para otros. Yo dije que, además, no había adelgazado, al contrario de lo que el universo entero decía hace unas semanas, y ponía una captura del vídeo en que se le veía oronda... bueno, pues ya tuvo que venir la intensa de turno a decir que éramos unas "maricas malas aburridas" por decir que seguía gorda... Vamos, la fase dos del eso lo dices por envidia, y así nos va, amigas, así nos va entre las que no leen y las que leen lo que quieren leer...


23 de octubre de 2015

¿Forqué, Señor, Forqué?

En mi Facebook tengo una sección, si se puede llamar así, que se llama La Retrasada del Día y que es maravillosa, tanto que los amigos me envían sugerencias de retrasadas (no seáis sexistas, pueden ser hombres o mujeres) como el otro día hizo mi amigo y excelente diseñador gráfico e ilustrador Antonio (de Antonio ya os hablo otro día, majas). El caso es que me pasó una maravilla de Jenesaispop en el que se preguntaban si María Forqué era la Miley Cyrus española. La pregunta era irónica, claro, pero no lo sabes hasta que abres la página y lees.

Maricóoooooooooooon...

¿María Forqué? ¿De los Forqué de toda la vida? Pues claro, hija de Verónica Forqué, esa actriz tan nuestra que en Pepa y Pepe (ya, ya sé que algunos no habíais nacido) no dejaba muy claro si lo suyo era un papel o no, porque siempre ha parecido tener una pedrada la mujer, lo que pasa es que como es tan entrañable pues pensabas que sería pose o qué sé yo... hasta que todos pudimos ver este vídeo en Qué tiempo tan feliz que nos dejó un poco... bueno, un poco.



Bueno, el caso es que ya sabemos que el artisteo en España es cosa de sagas, e igual que Verónica Forqué es hija de José María Forqué, el director y guionista, la propia Verónica se ha reproducido en forma de María Forqué, a la que tuvimos la suerte, o la desgracia, no sé, de ver en aquel patético polémico anuncio de Loewe con todos aquellos mamarrachuzos hijos de famosis y aquellos bolsos tan de moderni millonaria.

Mira, mejor no pongo pie de foto porque me cierran la bloga seguro
Bueno, y lo que decía, que ya salía aquí y al verla todos decíamos "Pero quién es esa looooooca?" y alguna amiga enterada, moderni o algo te decía "¡Huys!¡María Forqué!", como si fuera Patrimonio de la Humanidad o algo, sin ser ella nada de eso. Ya al verla tú comentabas en plan madre / Ana Botella, cosas del tipo "Anda, anda, ¡con lo guapa que estaría con pelo!", "Pero esa chica ¿no se toma su litio, o qué?", y es que era toda una cuadra...

¡Una cuadra! ¡Y no de caballos!
Bueno, pues cuadra eres y en cuadra te convertirás, porque esta chica, a la que no le conocemos ni oficio ni beneficio (por desconocimiento, no por otra cosa... vamos, que me da igual lo que haga la zagala), tiene un Instagram que, maricón, dan ganas de mandarle el Prozak que nos sobra a ella, y es que ser original en los tiempos en los que vivimos es muy difícil, por no decir complicado (ya, ya sé que es lo mismo; lo he puesto en plan gracia retórica), y o te despelotas para tener más seguidores o haces la artistic-mamarrash, o las dos cosas, que, total, es lo que tiene tener dineritos, que puedes hacer lo que te salga del chumino bianco y poner cara de es que no comprendéis mi conceptualización del arte... Veamos, amigas...

A ver ahora para quitarte toda esa mierda...

¿Bragas? ¡Sobrevaloradas!

Estoy de regla hasta las suelas

Oye, se ha quedado una tarde muy de asustar domingueros

No vuelvo a beber kalimotxo, tías
¿Qué os ha parecido? ¿Os he jodido la tarde del viernes, eh? Pues mira, así os dais una vuelta y animáis un poco la economía, eso si es que no se os ha cerrado el estómago después de esta circa, porque esto sí es una circa y no la temporada anterior de American Horror Story.

22 de octubre de 2015

La Cumbre Escarlata

¡Qué bien! ¡Otra película de Guillermo del Toro! ¡Y de terror! Qué ganitaaaaas... bueno, como el día del estreno todo se llena de niñatos y tal y como no está la cosa para tirar los dineros, hay que ir al cine en el día del espectador, que es bien, y más si es en una sala de versión original, que la mayoría de la gente retrasada y molesta de los cines no suele ir a estas salas porque eso de leer y ver una peli y encima entenderla es demasiado para toda toda la población una generación de españoles.


A pesar de que en los últimos 20 años (ay, madre, qué mayores estamos) los trailers de las películas no dejan nada a la imaginación, la cosa pintaba bien, aunque la verdad es que después de ver el otro día en la tele Mamá me quedé odiando muy fuerte a nuestro mejicano director. Total, nos sentamos y empieza. Impecable producción, todo muy gótico (en el sentido victoriano de la palabra, ojo), ambientes decimonónicos logradísimos, vestuario fantástico, sustito inquietante a los tres minutos del comienzo, escenografías maravillosas... bien, bien...

"Sí, claro, maravillosas porque tú no las tienes que limpiar todos los días"

Típica historia (sin espoliar, tranquis) de chica buena que se enamora del hombre equivocado, casa fantasmagórica, cosas raras, gente muerta, gente muerta, gente muerta, aburrimiento, qué escenario tan impresionante, me aburro, ostras vaya vestido, anda, el actor fetiche de Del Toro ese del síndrome de Marfan (Javier Botet, el hiperlaxo ese, así) haciendo tres papeles, huys, no entres ahí, para haberse matado, qué sinsentido, ¡cuidado!... nudo, desenlace y fin.
No tengo palabras para Javier Botet

A ver, Guillermo, no es terror si me empiezas a sacar muertos ya de golpe. Quiero cagarme de miedo, y para eso necesito inquietud, no saber qué pasa, estar con la mosca detrás de la oreja, con tensión, que note que tengo el mojino encogido, bien prieto, no quiero ver cosas obvias, quiero una historia de terror, como me has prometido, no un cuento de miedo. Como decía ayer mi amigo Guillem, la historia recuerda mucho a Artur Mas... ¿Arturo Mas? Sí, la historia de un tío que para librarse de sus chanchullos económicos se envuelve con la bandera catalana para ganarse el apoyo del votante, pues esto igual: Del Toro coge una historia de misterio y la envuelve de fantasmas y de Javier Botet para que parezca de terror y no, chamo, no.


Pero, oye, que no es que diga que la peli es una putamierda (aunque me lo parezca), es entretenida, bien realizada, entretenida..., bien realizada, además de ser entretenida y tener una producción güena, güena, pero si al final, en pleno desenlace dramático, la gente se ríe en sus butacas, es que algo no va bien, y por eso sales del cine un poco meh, porque te das cuenta de que no vas a pasar miedo al quedarte solo en casa de noche porque los fantasmas en la peli están puestos por el ayuntamiento. Vamos, que sin fantasmas La Cumbre Escarlata también funciona y, chico, para eso me veo un capítulo de Castle en Divinity, no sé si me entiendes...

Bueno, al menos has entendido que queremos ver el culazo del prota.

Id a verla ya me diréis. Algunos de mis amigos han ido y les ha encantado, pero vamos, que para gustos los colores, que ahí está Sálvame que lleva años y Saber y Ganar que también, aunque esta última lleva siglos.

Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa y cierra la puerta

21 de octubre de 2015

Ni Regreso ni Regresa

Qué título tan de madre enfadada, ¿verdad? Pues eso, que no hablaremos de Regreso al futuro ni de Marty McFly ni de todas esas mamandurrias como diría ya sabéis quién, la innombrable, la destructora de mundos, y no me refiero al bicho malo de Los Cazafantasmas.

Me confunde usted, caballero.
Dejamos ayer la crónica en que Barcelona es un infierno para el turismo, ¿no? Pues eso ya está. ¿Para qué le vamos a dar más vueltas? Pues para nada... Bueno, sí, ¡Barcelona nos roba el turismo! ¡Jajajaja! El sábado por la mañana pude sacar un rato para ir a visitar a mi tato Eric, que tiene una tienda ahí en plaza de Catalunya, ya ves qué sencilla. Allí nos contamos todos los trapos sucios y tal, porque para eso están las hermanas, para comentar sus vidas, cotilleos y ponernos al día de las cosas, y para desayunar, que no pude hacerlo en el hotel porque el comedor estaba lleno de ¿qué? De putos turistas.

Me confunde usted de nuevo, caballero!
Bueno, a lo que iba, que fui a la tienda de relojes de Ice-Watch de mi hermana Eric que es amor y me enamoré de uno de ellos así que no me pude resistir ni al modelo ni al color ni a nada, así que caí con todo el equipo y voy a hacer, en plan puta bloguera de mierda pretenciosa y hortera y sin vida social (sin ser yo nada de eso), mi unboxing fotográfico de mi nuevo reloj-amor como cuando hace años los hacía con mis lobás, o sea, compras absurdas y caras, aunque esta no fue ni lo uno ni lo otro...

Amor
Más amor
Puro amor
Ahora estarán las típicas pesadas diciendo que vaya product placement, ya verás, y no, hijas, no, es que es mi nuevo reloj y es mi bloga y en ella, al igual que el resto de las blogueras de mierda del mundo, pongo lo que me viene en gana sin necesidad de que me paguen, regalen o pollas (por cierto, se admiten pagos, regalos y pollas). ¿A que tiene un color que es amor? Bueno, pues de paso me toca vender a mi hermana Eric, que es amor, pero para eso mejor lo buscáis en su Instagram, aunque, ya de paso me buscáis a mi y me seguís, y vais a ver cosa buena, buena, como diría una madre...

Pues nada, aquí, en la terraza del hotel fingiendo que no hace un frío de la hostia en Barcelona.

Y nada, que mañana más. Ahora me voy a ver la película nueva de Guillermo del Toro, esa de La Cumbre Escarlata y si estoy de buen humor, os lo contaré, aunque no sé yo, que a mi antes siempre me invitaban a un pase previo de prestreno los de la Universal y desde que descuidé la bloga empezaron a ignorarme y no volverme a invitar, con el buen servicio que yo les hacía! Y sin pedir nada a cambio! Bueno, yo la veo y si veo que merece la pena hago mi mari-review aunque lleve estrenada desde el viernes.

Caballero! Esto ya es acoso!


¡Y ESTO SÍ QUE ES UN REGRESO! ¡PERO AL PASADO!


19 de octubre de 2015

Barcelona o la Invasión de los Turistas

Este finde tenía que ir a Barcelona por cuestiones laborales. Ir a Barcelona siempre es bien, sobre todo a la hora de ver amigos, pero no he tenido tiempo más que para ver a tres, así, tal cual, y, claro, he vuelto un poco frustrado, pero lo peor de todo no ha sido no poder ver a los amigos a los que dije que iba a llamar, lo peor de todo es ver esos mares de turistas que hacen que pasear por Barcelona sea literalmente insoportable.

Esta foto de Las Ramblas es ficción, seguro. No refleja la realidad.
Venía escuchado últimamente quejas porque Ada Colau se había propuesto racionalizar el turismo que llega a Barcelona y, claro, tampoco me metía yo mucho en ello porque si no vives allí no sabes lo que es. Es como la gente que se queja de no descansar porque tiene bares debajo de su casa y se quejan del ruido... todos pensamos que es una exageración hasta que te ponen un bar debajo y te cagas en todos los santos celestiales. Bueno, pues eso, que lo he vivido en mis carnes y sólo puedo decir que la experiencia de Barcelona con ese mar de turistas es un puto dolor de huevos insufrible que convierte la visita a la ciudad en una yincana de gente, muerte y destrucción.

El Barri Gòtic a las 5 de la tarde de un día normal

O podrías decir que, bueno, en el Barrio Gótico, tan estrecho, es normal, ¿no? Pues es casi hasta un alivio, porque lo malo es pasear por el puerto, por el paseo de Gracia y los alrededores de la Sagrada Familia, que es que no se puede dar un paso! En el paseo del puerto no pude flipar más con todos los manteros que hay, que da una imagen aún más horrible que cuando se ponen en la calle Preciados en Madrid, y el atasco es monumental; lo de Gracia es tela, y eso que tiene acera para regalar, pero lo de Sagrada Familia,... ¡par favaaaaar!

Turistas formando las torres que le faltan a la Sagrada Familia
Como el ganado, literalmente. Mares de gentes y turistas a los que, por cierto, no podemos maltratar aún más! Yo pensé que era una cosa de Madrid (entiéndase por ello el resto de España, en plan Artur Mas), pero es que en la Sagrada Familia te perdonan la puta vida por entrar, y eso que has soltado 15 laureles, que se dice pronto, para que luego te pongan pegas para visitar el ábside o el centro de la nave porque son lugares de culto. Vamos a ver, no es por ponerme católico, apostólico y romano, pero o es un parque de atracciones o un templo, porque las dos cosas a la vez, no, que es cosa bien conocida que a Cristo eso de las mercaderías en el Templo no le hacían ninguna gracia...

"A la puta calle, cabrones"
Por lo demás, Barcelona es maravilla; el modernismo (el de Gaudí y el general) es maravilla; el que haya chaflán en cada cruce de calles es supermaravilla; salir por la Barcelona homosexual no sé cómo es, porque la verdad es que sólo estuve en El Cangrejo y me reí las tripas; que el barro gótico sea todo bastante de cartón-piedra no es bonito, pero, claro, siendo yo de Burgos ¿qué voy a decir? Pero si Ada acaba con la orgía esta de turistas retiraré todo lo malo. Mañana os contaré la visita a la tienda de mi hermana Eric, volviendo a las entradas costumbristas de años ha. Besos y feliz lunes.

Las Ramblas una tarde sin gente

Mantero sobreviviendo en el paseo del puerto.
Mi cara al hablar con una vigilante de la Sagrada Familia

LEAMOS, AMIGAS