El pasado finde estuvimos en Diamante Club, en la Sala Pirandello, que se pone muy divertida de gente modernuchi y tal, además de ser un sitio grande en el que puedes bailar, subir y bajar y beber a módicos precios, sobre todo porque tienes que pagar entrada y te incluye un par de copas a precios que en Madrid son populares y en el resto del mundo un robo (vamos, 15€ x 2 copas)...
No era la primera vez que íbamos, pero el otro día nos metimos hasta el fondo, así que pudimos ver a toda la fauna. Yo suelo ser bastante bocas, la verdad, aunque me muerdo la lengua un buen rato antes de empezar a soltarla, y el otro día, a pesar de ir un poco perjudicado por el alcohol, me harté de ver como había unas cuantas personas fumando allí mismo, en la pista, dentro de la sala. Me acerqué, les hice un gesto alusivo y se fueron... a un metro más allá, donde siguieron allí fumando como si nada, como si no supieran que el humo se ve (y se huele, y más si uno es exfumador como yo) como dice el célebre refrán.
Ya se me hincharon las pelotas, que para eso las tengo bien gordas, y me acerqué donde uno de ellos, que esgrimía el cigarro como una buena moderna,...
- Sigue fumando y te largas de aquí
- ¿Perdona?
- Que si sigues fumando te largas de aquí...
- ¡Ja! ¿Y tú quien eres?
- Yo soy alguien que te dice que aquí no se fuma...
- Pues mira, yo trabajo aquí, así que...
- ¡Ah, pues mira, entonces ya sé a quién denunciar...!
Y, con el mismo aire de suficiencia, coge y apaga el cigarro y se va todo digno en plan diva de Hollywood de los años 30...
Yo me quedé muy a gusto y me pensé llamar a la policía pero, como suponía que era una excepción, pasé de todo y seguí a lo mío, de risas, aunque había más gente fumando por las esquinas...
Al día siguiente les avisé vía Twitter a los de @DiamanteClub para que lo supieran y, a la segunda, me contestaron que gracias y que harían por remediarlo. Vamos, palabras vacías porque, según me dijeron mis amigos, que fueron el sábado, allí se fumaba por todas partes, en el interior de la sala, sin control alguno.
Voy a explicar una cosita de la la ley antitabaco con este ejemplo que se ajusta como un guante a lo que ví el otro día:
* Fumar en los lugares en que exista prohibición o fuera de las zonas habilitadas al efecto:
- Culpables: el fumador y el dueño del local:
Para el fumador la sanción de 30 euros. Sólo en caso de ser reincidente (hasta tres veces) entrará en la consideración de grave con multa económica de entre 601-10.000 euros.
Para el local la sanción se considera grave por, como dice el artículo, 19,3.b "Permitir fumar en los lugares en que exista prohibición, o fuera de las zonas habilitadas al efecto". La multa será grave para el local con sanción económica entre los 601-10.000 euros.
Luego nos rasgamos las vestiduras porque no se cumplen las leyes en este país, así que os animo a todos a que si alguna vez veis algo así vayáis a esta página, donde podréis obtener un formulario de denuncia fácil e instrucciones para poder presentar después en cualquier comisaría de policía. Yo lo haré la próxima vez.
Ah, Diamante Club está en la Sala Pirandello, calle Ventura Rodríguez 7. De nada.