Pe hace un guacamole estupendo, pero dejo de hablar de él porque si no me lío y no, hoy no toca receta...
Cada día me doy cuenta de que yo soy más y más misántropo y que se me acentúa con la gente que come como los cerdos, sin educación... Lo siento, pero me ataca... Por lo general suelen seguir todos el mismo esquema y en la mesa apoyan el brazo entre el plato y su cuerpo, eso cuando no lo dejan caer sobre la pierna... Por lo general, hacen ruido al comer, y eso me hace que me den ganas de cogerles de la cabeza y golpearles contra el suelo hasta que este se tiña de sangre, pero sé controlarme... Lo malo es cuando te vas encendiendo...
Slurps, smuach, chisks... y miras al emisor de los ruiditos que, obviamente, jamás se da por aludido... Piensas si decir algo, pero no lo haces por que a tí te sobra la educación que a esa persona le falta, claro, y eso es lo malo, porque intentas hacer como que no oyes nada y no prestar atención... pero ese esfuerzo es directamente proporcional a la percepción del ruido: cuanto menos quieres oir, más lo percibes... Recuerdo que una tía mía (Q.E.P.D.) era toda una verbena de ruidos en la mesa y cuando venía a casa, por navidades, se desataba el pandemonium de los ruidos bucales... Mi tía era cegata perdida, con un glaucoma que no le dejaba ver más que claroscuros, así que teníais que haber visto como nos mirábamos todos los comensales y qué caras poníamos...
Primero me reía con uno de mis hermanos, mientras mi madre miraba al cielo como una virgen de Murillo, con mucha resignación... Al final de la comida estábamos todos histéricos, dejando marcas de las uñas de la mesa...
Empecé a sentarme en la mesa con el walkman y un auricular en la oreja vecina a mi tía, y casi no me enteraba... Mis padres me miraban como diciendo ¡Serás malhijo y egoista! Pero no os creáis que era una solución: al rato lo oía igualmente... Un día no pude más y se lo espeté ¡Tía, por dios, cómo haces tanto ruido al comer? Mis padres, estupefactos. Yo, persona non grata desde entonces para ella... Y me dio igual, porque además era una cabrona, se portó fatal con mis padres y encima era franquista, opusina y había sido monja preconciliar... Molt fort... y cuando salió del convento ya fumaba... vamos, que no era como estas (salvo por la cofia):
Y cofias fuera, que aún es verano...:
Cada día me doy cuenta de que yo soy más y más misántropo y que se me acentúa con la gente que come como los cerdos, sin educación... Lo siento, pero me ataca... Por lo general suelen seguir todos el mismo esquema y en la mesa apoyan el brazo entre el plato y su cuerpo, eso cuando no lo dejan caer sobre la pierna... Por lo general, hacen ruido al comer, y eso me hace que me den ganas de cogerles de la cabeza y golpearles contra el suelo hasta que este se tiña de sangre, pero sé controlarme... Lo malo es cuando te vas encendiendo...
Slurps, smuach, chisks... y miras al emisor de los ruiditos que, obviamente, jamás se da por aludido... Piensas si decir algo, pero no lo haces por que a tí te sobra la educación que a esa persona le falta, claro, y eso es lo malo, porque intentas hacer como que no oyes nada y no prestar atención... pero ese esfuerzo es directamente proporcional a la percepción del ruido: cuanto menos quieres oir, más lo percibes... Recuerdo que una tía mía (Q.E.P.D.) era toda una verbena de ruidos en la mesa y cuando venía a casa, por navidades, se desataba el pandemonium de los ruidos bucales... Mi tía era cegata perdida, con un glaucoma que no le dejaba ver más que claroscuros, así que teníais que haber visto como nos mirábamos todos los comensales y qué caras poníamos...
Primero me reía con uno de mis hermanos, mientras mi madre miraba al cielo como una virgen de Murillo, con mucha resignación... Al final de la comida estábamos todos histéricos, dejando marcas de las uñas de la mesa...
Empecé a sentarme en la mesa con el walkman y un auricular en la oreja vecina a mi tía, y casi no me enteraba... Mis padres me miraban como diciendo ¡Serás malhijo y egoista! Pero no os creáis que era una solución: al rato lo oía igualmente... Un día no pude más y se lo espeté ¡Tía, por dios, cómo haces tanto ruido al comer? Mis padres, estupefactos. Yo, persona non grata desde entonces para ella... Y me dio igual, porque además era una cabrona, se portó fatal con mis padres y encima era franquista, opusina y había sido monja preconciliar... Molt fort... y cuando salió del convento ya fumaba... vamos, que no era como estas (salvo por la cofia):
Y cofias fuera, que aún es verano...:
a mí las monjas siempre me han dado mucho mucho miedo... bueno, menos Julie Andrews, claro.
ResponderEliminary en la mesa apoyan el brazo entre el plato y su cuerpo
ResponderEliminarUuuups...
Nils! Yo las fotografío por parafilia, ya ves tú XD
ResponderEliminarSota! United Service Parcel?
No, onomatopeya.
ResponderEliminar(paren máquinas! A Otto le ponen las monjas!)
ResponderEliminarSota I&II! Onomatopeya de qué? Reservo ese tipo de parafilias sexuales para tí, la mía es sólo fotográfica...
ResponderEliminarPara ser un post que iba a hablar de guacamole hay que ver qué cosa más rara te ha salido :-p
ResponderEliminarAh, y sigo sin entender tu miedo a perder al sevillano ... bueno, un poco sí lo entiendo, pero chico, eso que te estás llevando o que te quiten lo bailao y esas cosas, no?
Besicos guapo.
Y no nos tenias que dar una receta?
ResponderEliminarLo peor fue durante una temporada en el auditori, me toco al lado una seora que no paraba de aclararse la garganta. cada cinco segundos, llegó un momento en que la música era secundaria y lo única que esperabas era la siguiente.
Eso es como las coletillas que usa la gente (usamos): una vez que las descubres ya no puedes dejar de oirlas una y otra vez...
ResponderEliminarOnomatopeya de "oh, sielos!". Y no disimules, que te hemos pillao con el carrito del helao, que tu mismo lo has dicho...
ResponderEliminar¿y por qué vas a perder al Sevillano? ¿Es que te lo vas a dejar olvidado en algún sitio? Relax, y a disfrutar del momento. :-)
ResponderEliminarComo no dejes de autoagobiarte en plan fatalista te voy a dar 2 galletas que te vas a enterar, hombreya!
ResponderEliminarEmpiezas diciendo que vas a dar una receta de guacamole (puaj) y acaban saliendo unas monjas en la nieve.
ResponderEliminarEsto está llegando a unos niveles de surrealismo cosa mala.
Oye una duda ¿esto que te pasa con el Sevi es cosa de la relación a distancia o es que tú siempre eres asín?
Mira, mi abuelo era especialista, cuando venía a casa siempre había una pelea para ver quien era el guapo que se sentaba a su lado y siempre me tocaba a mí, verlo sorber la sopa era todo un espectáculo.
ResponderEliminarLa tía de un amigo (que también está muerta porque la mató un tren al cruzar la via) era especialista: después de comer se sacaba la dentadura postiza en la mesa y con un palillo se ponía a hurgar entre los dientes delante de todo el mundo.
Y por último no me libro de personas que comen peor que los animales: mi hermana se ha echado un novio que eructa, come, tiene la nariz taponada siempre, sufre de vegetaciones y se ahoga cuando come... no te lo imaginas, no te lo imaginas y que por nadie pase.
Oye, y Peter Beard guapísimo, aparte de buen fotógrafo y artista fue un hombre muy muy guapo. A mí la foto en la que está con el filter y la gabardina me pone mogollón.
LAQ! Ya, ya, si yo disfruto de lo bailado, pero sólo pensar en que se me desbaile me pongo enfermu... Ains!
ResponderEliminarMila! Para la próxima vez, que no tengo cilantro, jajaja! En los teatros tenía que expulsar a esa gentuza con escarnio público...
RMN! Qué insinúas? ;)
Sota! Es que no lo entiendo, nou, nou, nou... Explíquese.
Ace! Qué sé yo... si yo no soy así, pero estoy como eso del vivir sin vivir en uno...
Ado! Jopeta, Muriel, es que luego te dan la sorpresa y te quieres cagar en todo, y eso noooou, nou, nooou...
Di! Guacamole rico, Di! Respecto a la duda, he de decir que yo antes, siempre, tenía una calma con las cosas del sentimiento increible... Una vez que las comenzaba nunca me planteaba que se pudiesen ir al garete, pero tras several hostias yo creo que le he cogido miedo... ains... Así que yo mismo flipo con esta mi nueva psicopatía...
Sr.Q! Pues ten paciencia o cómprate unos tapones, que los hay superútiles y discretos ;) Yo es que una cara perfecta como la de Peter directamente me hipnotiza... aunque luego habría que ver de cuello para abajo! Juasjuasjuas!
Pues que yo soy de los que apoya el brazo entre el plato y mi misma mismidad, Otto.
ResponderEliminarCortico estás hoy, leches!
Entonces espero que en la Castiboda te sienten a mi lado izquierdo, para no asistir a tal visión... Y ahora dirás que en las bodas también te quitas la chaqueta, claro...
ResponderEliminarAins...
Yo es que a las bodas no suelo ir con chaqueta, soy más de americana...
ResponderEliminarPero si hace calor me la quito, por supuesto. Mejor ir en mangas de camisa que sudando como un gorrino.
(aparte, tu no querías que me despelotara? a qué viene ahora quejarse porque me quite la chaqueta o no?)
Chaqueta americana, Sr. Onomatopeya, o es que te vas a poner un chocho encima?
ResponderEliminarY lo del despelote es el día antes, muñeco.
Lo del chocho no lo pillo...
ResponderEliminarPero vamos, que en función de lo que tuviese alrededor, tampoco me importaría. Que no le tengo yo a los chochos la alergia que les tienes tú, ni mucho menos.
Totalmente de acuerdo. Y lo de Híjole! pensé que era por los tremendos chulazos que pones a los que echaba de menos (pero mucho menos que a tí). Besos (ojú)
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