Pride Night & Straights on the Loose

After the demonstration ended, we headed Fuencarral St.

Moka's family had already left, so we were free to go to the Alpujarras...

No. Paso de escribirlo en inglés. Qué rolla.

Bueno, pues eso, que nos fuimos para las Alpujarras, o sea, Chueca, a cenar algo en un kebab, porque a Spens, el novio de Moka, se le ocurrió la idea. No es que estuviese petao, es que estaba petadísimo todo: la calle, bares, kebaberías… Mierda por todas partes… Supongo que en parte fue por la abundancia de heterosexuales de botellón por Chueca, pero todo a su tiempo…

Esa noche cogimos la buena costumbre (aunque yo la tengo siempre, todo sea dicho) de aplaudir cada vez que veíamos un tío bueno, así que a cada paso que dábamos, plasplasplas… Después de unos pocos aplausos y de un kebab, nos bajamos hasta Vázquez de Mella antes de que llegase la gran marabunta, y nos echamos unas risas observando a la gente que se hospedaba en el hostal y que tenía la osadía de asomarse en calzones al balcón… Risas porque eso sólo lo puedes hacer si eres un dios, y ahí no había más que demonios, pero bueno, muy llamativos anyway.

Bebimos varios cachis en chiringuitos de osos y antes de irnos observamos (estupefactos) la mamarrachada de espectáculo que ofrecía el Óscar, ese hotel que llevamos viendo construir como tres orgullos/años. Lo típico, teatro de calle donde dos actores pasean, gracias a un sistema de poleas, blablabla, por la fachada… Mucho bostezo, lo que unido a que llevábamos bebiendo desde las 18:30, nos llevó a callejear, huyendo del gentío (un imposible, amos)…


Si, es una foto que hice con otro móvil… Y nada, que nos quedamos por la calle que da a… huys, qué ignorante soy… parezco una ministra de 30 tacos… voy a mirar en Google…

Calle de las Infantas… Y ahí nos quedamos más o menos, porque era imposible. Aplaudimos mucho, y de vez en cuando el tío aplaudido se ponía colorao y la novia nos sonreía y nosotros le dábamos la enhorabuena (a ella), así que alimentamos el estereotipo de qué graciosos son los gays, qué simpáticos, y es que sales por Chueca y estás como en casa. ECS! Y luego había que escuchar el típico comentario (femenino, con perdón) de Ay, qué desperdicio de hombres, a lo que daban ganas de contestar No, wapa, qué desperdicio de material genético y recursos usados en la creación y existencia de tu cerebro, pero como estábamos de buen rollo, pues sólo decía Os jodéis mientras esbozaba una sonrisa que me incluía en el estereotipo de Qué graciosos y qué ocurrentes son los gays… ECS!

Allí estuvimos y, en uno de los aplausos, una chica acompañante se dio la vuelta para enseñarnos al chico en todo su esplendor, y de la nada sale un ser que se le lanzó a la boca a ZIH, que ni corto ni perezoso, siguió la jugada y se dejó comer la boquita un rato… ains… todos aplaudimos a pesar de que el tío era un poco, ejem… no sé como definirlo… digamos que ZIH taba borrasha y no veía bien, juas! Por cierto, yo sólo pensaba en mi Sevi y cada vez que alguien me miraba me ponía como Sor Juana Inés de la Cruz, a mirar a suelo como un bendito XD y a ser superbueno y nada provocador, así que aventuras mías no hay que contar, contaré sólo las cochinadas de ZIH, para ya rematar su protagonismo de esta semana (ecs, ecs,… jajaja)…

Empezabamos a estar un poco hartos de tanta heterosexualidad suelta (con perdón) y cada vez que veíamos mucho hetero suelto (que nos tenían invadidos) entonábamos todos nuestro canto de guerra de la noche:

¡HETEROSEXUAL, VETE A TRIBUNAL! ¡HETEROSEXUAL, VETE A TRIBUNAL!


Y el pobre Moka decía nos van a partir la cara, y yo, too borrasho, que se jodan, que se vayan a su barrio a hacer esas guarreridas que hacen ellos entre seres de diferente género (sí, amigos, me estoy granjeando el odio de los lectores heterosexuales del Mariblog, pero ya sabéis como somos los gays de graciosos, ocurrentes y divertidos)… Después de horas por ahí, nos fuimos, después de recibir un sms, al Why not?, que resulta que estaba medio vacio. Y si, estaba muy bien. Yo me puse a hablar con una de las camareras… Lo hago mucho, porque soy así: hablo con las camareras pero nunca con los camareros…, pero me pone muy nervioso porque cuando lo hago en un bar hetero, la segunda frase que me sueltan suele ser Si… es que mi novio/marido/pareja blablabla… a lo que me dan ganas siempre de decir mira, chocho, soy bujarra, de ti lo único que me interesa es que me pongas la copa, pero no lo digo, claro… y nada, muy simpática… Mientras, ZIH no había perdido el tiempo e intentaba zafarse de un plasta muy plasta que lo deseaba, pero era tipo Nati: huesiloca de 1'90 y muy pesado… y canario. Yo, que me metí entre medias, empecé a animar al canario para que metiese ficha a ZIH, jajaja, y es que me apetecía ser un poco cabrito con el ZIH. Al final me fui a mear y de vuelta ZIH estaba con otro, más decente, con más cuerpo, y rubio dándole que te pego a la lengua (hablando, marranos)…

Cansaditos (como lo estaréis vosotros, pero os lo vais a tragar todo, para que luego os quejéis, peazozorras, de que estoy todo el día haciendo fascículos) del lugar, nos salimos fuera y ZIH dijo que luego nos llamaba, jisjisjis…

No sé de qué manera, acabamos hablando de las FARC con una colombiana que hacía un master en Madrid, mientras nos rodeaban unos aragoneses de Zaragoza muy poco agraciados (también por la poca gracia que tenían) y pesaditos, aunque a uno, que me pareció gracioso por tooodo lo que alababa el tamaño de mi paquete, le dejé hacer una afoto a mi cimbrel, en reposo, eso sí… Aburrido de aragoneses, me puse a hablar con una chica de 1'95 estupendísima, o sea, un trans, que llevaba con su novio 10 años, y que estaba como un pan (el novio, no ella)… Supersimpáticos los dos, la verdad, y yo, superborracho, no podía controlar ya mi superego y empecé a no controlar mi vocabulario… Dios, qué vergüenza propia sentía cada vez que le decía a la chica que estaba superestupendO, que estaba logradísimO y que era superatractivO y arrebatadOr… Aún me siento fatal…

No se cómo acabó aquello, pero a la horilla o asín, llamó ZIH que, muy discreta, se había ido a casita del rubio, habían realizado diversos trabajos manuales, cópula y nada, a vestirse que había quedao con los amigos, juasjuasjuas… Ya nos queríamos ir, así que llegó todo follao (tómese el sentido que cada cual quiera). Ya era ni sé que hora, y Spens dijo de ir a Ohm. Llegamos hasta allí, pero estaba la cola muy heterosexualizada y después de recitar el mantra de la noche varias veces (Heterosexual, etc…) decidimos que era mejor irse donde no habría tanto heteruzo (todo esto comentado a voz en grito), así que ¿nos bajamos a? ¡COOL! Yo para entonces tenía ya uno de esas borracheras revenidas, que ya no te sientes pedo ni borracho pero el superego sigue out of order, así que no tardé en formar parte de la manada y en quitarme la camiseta. Para mi sorpresa, los mitos urbanos si se dan a veces, e igual que si invocas desnudo frente al espejo con una vela a no sé quién te aparece el demonio y te muestra tu muerte o no sé qué, si estás en Cool y te quitas la camiseta de repente, del éter, surge ¡una semidiosa oriental! Y ahí se nos apareció Maggie Wang Kenobi, toa elegante y simpática. Estuvimos raja que te raja, y no hacíamos más que darnos golpes porque entre la toña de un servidor y el elegante sombrero blanco de su alteza, pues no había manera. Calculo que estuvimos como una hora o así y hablamos de lo humano y de lo divino (obviamente) hasta que nos dio la gusa y el hambre, así que salimos, nos quedamos cieguitos al ver el cielo azul y obligamos a Maggie a llevarnos a algún sitio chachi a tomar chocolate con churros y que no fuera un Café&Té de esos horrorosos… Le hicimos dar vueltas por todas partes pero todo estaba cerrado, así que después de subir, bajar, tornar, protestar y ver que en Madrid las cafeterías no abren como si fuese Año Nuevo después del Orgullo (mal, muy mal) le permitimos que realizase su apoteosis y de nuevo subió al Parnasso con sus iguales… Estuvo genial, Maggie, y tooodo lo que nos dejamos en el tintero, pero ya habrá tiempos, ya...

¿Qué dónde acabamos? En el Café&Té de Bilbao… con este amanecer…


…y esta visión tan terrible que habíamos intentado evitar toda la noche…
Y para quitaros la desagradable imagen de la retina...