31/08/1991

Nunca jamás olvidaré esa mañana de agosto. Tenía las matemáticas de 2º de BUP pendientes, y las odiaba, así que tenía que volverme a examinar de ellas en septiembre. Me apunté al curso de verano de mates de 2º en el insti, única manera de comprender toda esa mierda de los límites y las putas derivadas y esa caca (yo es que era de latín… y griego, claro, clásico), y tenía que ir a clase a primera hora, y levantarme a las 7:30 de la mañana en agosto… ains! El caso es que en mi casa siempre se ha comprado El País, y yo lo solía ojear por la tarde, salvo el día anterior.

Por la mañana de ese 31 de agosto, me desperté con tiempo, no sé por qué, y acabé de desayunar antes que otros días. Mientras esperaba, ojeé El País del día anterior… y leí…

El hallazgo de diferencias en el cerebro de los homosexuales reabre una eterna polémica

Los resultados del trabajo publicado ayer por la revista Science que encuentra, por primera vez en humanos, claras diferencias entre el cerebro de homosexuales y heterosexuales han reabierto una de las disputas más antiguas de la humanidad: ¿Los homosexuales nacen homosexuales o su atracción por su propio sexo es una cualidad circunstancial? Simon LeVay, neurocientífico del Salk Institute de San Diego (California) y autor de la investigación, cree haber encontrado un minúsculo nódulo en el hipotálamo tres veces mayor en los heterosexuales que en los gays varones. Durante su investigación, el científico norteamericano ha descubierto que ese nódulo -del tamaño de un grano de arena- contiene unos poco miles de células nerviosas y que existe una gran similitud entre el nódulo de los homosexuales y el de las mujeres. Algunos neurocientíficos piensan que el descubrimiento de LeVay, si llega a confirmarse, es muy importante porque representaría la primera diferencia fisiológica que se descubre entre los varones con tendencias sexuales diferentes. LeVay cree que el tamaño de este nódulo es congénito y que con el paso de los años tiene una influencia sexual determinante.

Me quedé de una sola pieza… Y pensé No jodas, así que esto ni es transitorio ni nada: es para siempre, soy así. Claro, que tenía yo pues 17 añitos y pensaba que sería una época (o argo) eso de que me molase Nacho el de 2ºA. Ese día fue el primer día en el que fui consciente de que no había marcha atrás, porque yo no había comenzado ningún camino: ya estaba en él. Estuve todo el día hecho polvo, con una sensación de soledad y desolación como jamás había tenido… Y nada, que lo asimilé, claro (qué remedio), y pensé que nada, que yo era así y punto. Ahora no lo cambiaría por nada (sobre todo porque no se puede), y cuando algún hijoputa dice que nos volvemos maricones de un día para otro, por vicio, por probar y tal sólo pienso en los chavales gays que oyen eso y que se sienten sin derecho a existir como son y su existencia se convierte en un infierno de miedos y dudas. Por eso, por esa gente que no encuentra salida y que vive en la más terrible oscuridad y rechazo, hemos de demostrarles que hay todo un mundo de gente como ellos, millones y millones, que viven vidas normales y plenas: para eso está el maltratado Día, no es por ponernos las plumas ni enseñar carne… Hagamos que cada día tenga un gesto de visibilidad, aunque sea pequeño.