El Zerito de Otto II

Una vez más, con ustedes, la reviú de Zero... ya septiembre... ains!

En la portada, un chulo, como parece que va siendo habitual... y es que la portada de una revista comprometida ha de ser así, que si no no se vende. El jambo es un tal Rubén Fernández, un fontanero de Granollers cuajaíto de tatuajes (reventaría la cabeza a la gente que los llama tatus). Ahí queda, que sepáis cada vez los maricas somos más machas que las machas y menos Flor de Otoño, ea! Y siguiendo en la dinámica, mucho titular en la portada que luego se traduce en una sola cara de una página con más foto que texto: DeGeneres (1 cara), Turquía (ídem), Lorca (íd.)... Ains!
Este número es un in memoriam de Leopoldo Alas y Carlos Cires, que nos dejaron este verano, así que muchas maricas megamodernas se aburrirán mil, claro, con tanto texto... Pero no se preocupen, que el de Cires tiene muchas fotos con celebridades varias...
Sigue la resaca de Orgullo Lésbico, porque sí y porque resulta que la DeGeneres (¿cómo no iba a salirnos bollo con ese apellido?) se ha casado con su novia desde hace 14 (sic) años, lo que hace plantearnos a) que la mujer tenía unas espaldas estupendas y dejó que Ellen le pusiese los cuernos con Anne Heche (a la que odiamos) y Alexandra Hedison b) que en Zero siguen necesitando un corrector, porque hace sólo 4 años 4 que La DeGeneres sale con su ahora esposa...

Extenso reportaje de los Eurogames porque, insistimos, semos maricas y bollos pero semos tan machas y señoritas (respectivamente, claaaaro) como la gente hetero, y jugamos al fuuútbol, nadaaaamos,... lo mismito que ellos, vamos: ¡podemos llegar a ser como ellos, amigos, pero hagamos nuestros propios juegos! ¡Plasplasplas! Y además, que es más importante hacerse eco de esto que dedicarle un reportaje de 5 páginas a la homofilia en Turquía o a Lorca (Tenías todo en contra, Federico (sic)).

OBK saca disco, y nos lo cuenta Zero. Apasionante. Mi ex, el alcohólico, en su época de desenfreno cocainómano conoció a uno de ellos. Qué cosas... Y va de exes, porque... ¿quién sale en la Zero de este meeeees? Si, mi Vichy, con afoto y todo. ¡Qué cosas!
Semos maricas, semos ricas, así que hay que viajar a Moscú, que es lo más y blablabla Dior, blablabla Dolce & Gabanna, blablabla Lenin... y nos recomiendan que allí vayamos a cenar a Turandot, donde [...] No se puede cenar por menos de 110 euros, y cuesta semanas conseguir una reserva. Hale, se lo podéis ir encargando a vuestra secretaria...

En Cuídate, tan pronto de hablan del SIDA, con un reportaje estupendo sobre la XVII Conferencia Internacional sobre la enfermedad, como del zen y el más allá (sic) y las estrías y el lifting cervical, muy al alcance de nuestro bolsillo, porque semos maricas y por ello ricas... Y modernas, claro, y yo no sigo tendencia: la marco... Y es que antes de que saliera la revista yo ya me había hecho con la botella marica de Absolut y con la superbatería portátil de Philips para cargar el móvil, la PSP y demás gadgets de maritecnológica... Ya sólo se falta ser megarrica, como Maggie... y todos los maricas que escriben y leen Zero, claaaaaro.


Descubriendo el Porno con Zero... ¿Max Schutler? ¿Novedad? ¡Pero por dios, si ya está de vuelta! Deberían de contratar para la sección a Mocho Móchez. He dicho. Y evitar TAPAR LOS PENES ERECTOS con esos círculos marrones (no, aunque rasques no ves lo que hay debajo).

¿Y la publicidad? Nooo, no me he olvidado de los anuncios... Budweiser quiere que bebamos esa cerveza taaaan macha, y por eso rodea la botella de dibujitos que incluyen una pierna con media de rejilla: saca la hembra que llevas dentro, maricón. Si el mes pasado el anuncio de sarten incluía guindillas y berenjenas, este mes la sarten recibe a una langosta, ya sabéis: maricas y ricas. Y para anuncios de humor involuntario (que echen al creativo) el del hoteles ME(lia) de Barcelona: al fondo un chulazo en calzoncillos observa la pantalla de su portátil mientras en primer plano vemos unos zapatos de tacón rojo purpurina... ¿Son suyos?¿De la prostituta que acaba de tirarse? Observen...

Y para terminar, el anuncio del vino que espero que ningún gay en su sano juicio compre, el célebre Mundo Gay del que ya tuve el asco de hablar en su momento.
FIN.