27 de junio de 2014

Ni Orgullo ni hostias

Es bien sabido, y aquí queda constancia, de que todos los años he hecho la típica posta de arenga por los derechos, la visibilidad del Orgullo y todo eso, como no puede ser de otra manera. De hecho, un año tuve, a cuenta de ello, una enganchada con alguna limitada responsable de comunicación de una de esas fiestas multitudinarias y, como luego supe después, no la largaron de su trabajo de milagro.


Llevamos unos añitos, los que lleva por los pasillos del ayuntamiento de Madrid nuestra querida Anita Botella, La Irreciclable, aguantando los desmanes de la administración con el tema de las fiestas, que si nada de barras, nada de ruidos, nada de música, nada de Chueca. Lo curioso es que esto sólo ocurre con las del Orgullo, porque luego en San Isidro, por ejemplo, no se ponen trabas a nada, en las
celebraciones de fútbol se destroza el mobiliario urbano, tenemos a gente asilvestrada haciendo el salvaje y enfrentamientos con la policía... pero no, lo peligroso es el Orgullo, así que nos tenemos que ir al Prado porque no hay planes de contingencia y seguridad en Gran Vía.

¿Cómo se puede ser tan imbécil y salvaje? 

Y nos aguantamos una vez, y otra y otra, y, de repente, vemos a La Irreciclable publicitando en el extranjero el Orgullo de Madrid, toda orgullosa, pero vuelve y aquí todo trabas de nuevo, trabas, básicamente, a la fiesta más importante de Madrid, que deja en la capital unos 100 millones de euros, ahí es nada, en cuatro días, que atrae a más de 300.000 turistas a una ciudad que va a acoger el festival mundial del Orgullo Gay de 2017, el WorldPride, en un país en el que no nos podemos permitir el lujo de prescindir del dinerito que nos falta porque nuestros políticos han gestionado como el culo.


Y cedemos, y volvemos a ceder, que si por la visibilidad, que si tal y Pascual. Pues mira, no, llega el momento de plantarse, de decir basta a las exigencias y a los recortes en el Orgullo, porque nos están empujando hacia atrás y, en parte, gracias a una organización que agacha la cabeza, que cree que quejarse en una rueda de prensa es suficiente, que creen que aún tenemos que pedir permiso por recoger las migajas. Para eso es mejor enfrentarse, dar un manotazo en la mesa y cancelar las celebraciones del Orgullo, todas, desde la manifestación y los escenarios hasta las actividades que tienen lugar desde el pregón hasta el domingo. A ver qué pasa cuando esos 100 millones de euros (16.639 millones de pesetas para las antiguas como yo) dejan de ir a los hoteles, restaurante, bares, comercios, etc. y a ver qué cara le pone La Irreciclable al sector turístico cuando llamen a su puerta para reclamarle explicaciones.
Así gobierna Ana Botella, dormida
En fin, que parecía que no, pero aún hay mucho camino que recorrer aunque no nos lo parezca desde nuestra esquinita preferida de Chueca (bueno, y de Malasaña). Mañana muchos de los nuestros mirarán esta noticia en la tele, en la prensa, en la radio, en internet y se sentirán menos solos y verán una rendijita de luz en la oscuridad en la que se sienten, tendrán ganas de salir un poco del armario, quizás de acercarse furtivamente a Madrid a ver que somos legión y que somos capaces de mover una ciudad entera a pesar de los obstáculos de La Irreciclable y del flaco favor de los organizadores. Mañana es el día en el que no sólo hemos de contemplar lo que otros ya nos han conseguido para nosotros; hemos de contemplar todo lo que nos queda por conseguir, y por volver a recuperar, como la calle, la Gran Vía, para los que están por venir, para los que llegarán después de que nos hayamos ido, para que un día ya no haya que reivindicar nada de nada porque todos seremos iguales. Un día que, espero, La Irreciclable pueda ver y que se joda.

"El primer orgullo fue un disturbio"


8 comentarios:

  1. A este gobierno le da igual las manifestaciones y las quejas de la gente. Lo del dinero les duele más, pero si no sacan el dinero del orgullo ya nos los sacarán a nosotros como sea, porque no les importamos. Asi que lo seguimos celebrando para todo aquel o aquella que necesite ese empujoncito y que para las próximas elecciones, no olvidemos lo que nos han hecho padecer.

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  2. Sobre este tema ya he hablado también en mi blog. Afortunadamente, al menos eso esperamos muchos, esta inculta que merodea por el ayuntamiento, a la botella me refiero, la quedan los días contados. Pero desde que está en el ayuntamiento se ha ido cargando sistemáticamente las celebraciones y en su sueño está destruirlas por completo. Como bien se dice en el texto, hay muchos que se están bajando los pantalones y entre ellos son los empresarios que llevan el negocio del orgullo, que mientras haya tajada, les da igual lo que pase, y lo sé por buena tinta porque entre ellos hay un empresario muy gay él pero le puede más el dinero y le ha estado comiendo el culo a la botella durante años, todos sabéis quien es y también hay que echar la culpa a las asociaciones por los derechos LGTB, que parece recular pensando que se puede perder todo y se dicen eso de "más vale poco que nada" no señores, terminemos de una puñetera vez con los miedos. Que el orgullo es una reivindicación precisamente nacida de la valentía de unos pocos enfrentándose por defender sus derechos.

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  3. Estás un poco irritada, Otto.
    ¿Cancelar el Orgullo porque no lo dejan pasar por la Gran Vía?

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  4. Mocho, estás insolado? No es cancelar el orgullo porque no pase por Gran Vía, sino porque las explicaciones no son coherentes. No se pasa por Gran Vía porque no pueden montar dispositivo de seguridad. Para la proclamación pusieron hasta vallas, cosa que en orgullo no se requiere.
    Nos dificultan la celebración y reivindicación que realizamos anualmente y somos nosotros los únicos que sufrimos las consecuencias, pues ellos se llenan los bolsillos a espuertas con todo el negocio que genera y las asociaciones que en teoría nos representan no actúan con la debida contundencia, sino más bien con cierta condescendencia -por qué será...-.
    Otto sugiere cancelar el orgullo porque a día de hoy no es más que un mero negocio y se ha desvirtuado. Y somos muchos los que hemos luchado por nuestros derechos para que ahora una zorra se lucre a nuestra costa. Botellas a mi! Prohiben el botellón para dar luego el botellazo en el hay-untamiento.
    Que me pierdo. Moncho, vuelve a leer la entrada del Blog que creo que te has perdido en algo. Besitos de Misco.

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  5. No se puede comparar con la proclamación, que había cuatro gatos (lo digo de primera mano, que estuve allí) con el orgullo, donde habrá un montón de gente.

    En lo que estoy de acuerdo con Otto es que se quejan con la boca pequeña. Si la liasen parda, ya verías si les hacían caso o no.

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  6. Ni hablar. Son ganas de ofuscarse porque sí. ¿Cuántos de los que se escandalizan tanto fueron a la manifestación que hubo el sábado 28, que es antimercantilista? ¿Cuántos van a ir a pasárselo en grande a las fiestas de la semana que viene?
    De verdad, a mí me cannnnsa tanta ira e indignación. Parece que siempre se está buscando un titulillo. Lo siento pero no me convences nada de nada.

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Piiiiip

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