
Cómo perder la dignidad en 5 minutos.
Ingredientes:
1 litro de leche President comprado en El Corte Inglés de Callao.
Viértase la leche en un vaso grande con Nesquik y consúmase con galletas Príncipe de Beukelaer (y sí, se escribe así). Cuando el consumidor que le acompaña le comente el extraño olor y sabor de la leche mientras la arroja por el desagüe, ignórelo y consuma hasta la última gota con despreocupación a pesar del ligero sabor amargo que enmascara el chocolate.
Haga tiempo y, justo cuando sienta un ligero malestar, decida salir a comprar por un céntrico barrio de Madrid, a ser posible uno en el que nada pase desapercibido, por ejemplo, Chueca. No se olvide de ponerse el jersey ajustado que desde lejos le hace parecer no llevar ropa de cintura para arriba. Dé vueltas hasta encontrar un cajero automático y realice cualquier tipo de operación. La naturaleza de tal operación no tendrá efecto sobre el resultado final. Salga con premura del cajero y apresúrese hacia un lugar discreto mientras, por un golpe del destino, recuerda que tiene una bolsa de plástico. Abra la bolsa de plástico y permita, tras cerciorarse de que no pasa cerca el coche de Google Maps y con naturalidad, que la leche President y el resto del contenido de su estómago sea expulsado de su interior con violencia suma y estentóreo ruido mientras pasa junto a usted la gente a pleno mediodía.

Cuando crea que ha terminado, cierre la bolsa y líbrese de ella, con calma y aspecto tranquilo y afable. Lo peor está aún por llegar.

Ya ha perdido la poca dignidad que le quedaba. Ni siquiera desnudándose en público caerá más bajo, sólo obtendría un resultado aún más esperpéntico: Musculoca se desnuda en pleno centro de Madrid tras vomitar con gran escándalo.
…
Pues eso, que casi me muero, pero lo que llegó después fue de traca. Ya sé que es ponerme muy escatológico, pero es que empecé a irme por todas partes y a la vez… me subió la fiebre y temblaba como un junco, el pobre #L no sabía dónde meterse mientras a mi parecía que me había poseído algo infernal,… ¡si hasta le dije que llamase al 112! Menos mal que una de las compañeras de piso de #L es médico y me puso un primperán en el culo derecho y un nolotil en el culo izquierdo (que aún me duele, porque el nolotil cular duele), la pobre chica, que encima salía de una guardia… Todo fue mano de santo, la verdad, y sentí lo que sienten las mujeres cuando se sientan en la taza… a mear…
Hace 12 días la Organización Mundial de la Salud publicó este dato: al año mueren en el mundo 1'5 millones de niños por diarrea. Doy fe de que debe ser una muerte horrible no, lo siguiente. Vaya, os he cortado el rollo después de lo que os estabais riendo, ¿eh? Bueno, podéis seguir riéndoos de mi de todas formas… yo aún lo hago. Y para más colmo el pobre #L, que me cuidó como nadie, la verdad, al día siguiente se dio un golpe en el pie y se hizo una luxación en el dedo meñique, sin duda por culpa de lo ocurrido con LA LECHE EN MAL ESTADO PRESIDENT QUE ME VENDIÓ EL CORTE INGLÉS EN SU SUPERMERCADO DE CALLAO ¬¬ Porque me tenía que volver a mi ciudad y no tenía tiempo, que si no os metía un puro o el tetrabrik por el culo, ¡gentuza!