10 de diciembre de 2010

R. que R.!

O lo que es lo mismo, erre que erre, sí, pero esta vez dedicado a las dos exposiciones que se pueden visitar en el Prado en estos días, Renoir y Rubens...

La primera, Pasión por Renoir, muestra obras pertenecientes a la colección del Sterling and Francine Clark Art Institute... Vamos, que son obras cedidas desde Massachussets a nuestra pinacoteca para solaz de sus visitantes. Yo soy superfans del impresionismo, en especial del musical, pero eso es otro asunto, y esta exposición he de decir que recuerda un poco a las exposiciones de Tita en el Thyssen que, como comentaba el otro día yo mismo en mi twitter (tíatíatía...) recuerda mucho al bonometro del Metro de Madrid, que por 9 euros te dan 10 viajes; pues eso, que te ves 20 cuadros, entre los cuales hay unas joyitas que, sin embargo, no acaban de hacer merecer la pena la exposición... Ejemplos...






Bueno, pues eso, que es la exposición estrella, lo que hace que en reducido espacio haya un exceso de gente que habla alto, le suena el móvil o sueltan a sus niños, eso sí, a unas horas concertadas por cada pase. Hasta el 6 de febrero, por cierto, de 2011.

La otra exposición, y esta sí es grande, está dedicada a Rubens en el espacio de la ampliación de los Jerónimos.



Es francamente impresionante porque recoge los fondos del Museo del Prado del autor noreuropeo y, cito del propio museo, "invita al público durante más de dos meses y medio a adentrarse en el apabullante universo artístico de este prolífico y genial maestro flamenco a través de una novedosa instalación de la importante colección de obras autógrafas y de su taller que atesora. Además, por primera vez tras una década sin exponerse de forma completa, el visitante volverá a encontrarse reunida la totalidad de esta parte troncal de la colección del Prado. Se trata de la mayor y una de las mejores colecciones de Rubens en el mundo, un artista con abundante obra dispersa en distintas instituciones.



Para facilitar un continuado efecto de inmersión en el universo rubeniano y la percepción de la extraordinaria capacidad creadora del pintor, el comisario de la exposición ha ideado un singular montaje en el que las noventa obras se exponen siguiendo un único criterio, el cronológico, y se muestran como secuencias concatenadas de un plano panorámico continuo."... o sea, que están puestas unas pegadas a las otras como se colgaban en el XVII, 90 obras del gran maestro que es impresionante ver a pesar de que las luces (oh, qué novedad) están puestas un poco mal.



Esta expo es de entrada general, con lo que el infierno es aún mayor con gente a patadas, con niños, cochecitos de niños, padres irresponsables de estos niños y gente que habla para toooda la sala, como si a los demás nos importase lo que opinan del querido Pedro Pablo, o, como yo lo llamo, Rubencio. Esta sí es de que te dé un síndrome de Stendahl ahí mismo, la verdad. Muy recomendable especialmente si no vais en horario punta... y lo mejor: el pequeño catálogo de mano en el que te explica de manera somera pero eficaz cada una de las obras. Bravo por el Museo del Prado.

6 comentarios:

  1. Pues a mí Rubens me agota un poco bastante, la verdad. Casi que prefiero a Rembrandt.

    Y Renoir también me deja un poco frío. A no ser que traigan esa maravilla llamada "Bal du moulin de la Galette", no creo que vaya a ver una exposición suya.

    La del Thyssen de "Jardines impresionistas" está bastante bien (aunque sólo he visto la parte que hay en la Fundación Caja Madrid, la que es gratis).

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  2. Joder, me has conseguido poner los dientes largos. Ahora quiero ir, lo necesito...

    En cuanto a lo que comentas de la iluminación, a veces no se cuida lo suficiente y eso puede estropear una exposición. Hace poco hicieron una del Greco en el Bellas Artes de Sevilla y estaba fatal iluminado, muchos cuadros no se veían...

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  3. Rubens siempre me ha parecido un pelín excesivo pero ya me encantaría ir a ver la exposición. Lo de vivir en la periferia de la periferia es un ascazo para estas cosas.

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  4. Padre, confieso que he pecado: con las cosas del trabajo y de casa no he ido a ninguna de las dos, ¡y trabajo a cinco minutos de ambas exposiciones!

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  5. ¡que ganas tengo de ir! pero que pereza me da

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Piiiiip

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