Otro vendrá que bueno me hará... El refranero castellano siempre tiene una lección para todo.
Entre la crisis, el desgobierno general que va desde la administración local hasta la europea pasando, como no, por el gobierno estatal, y este estado de desorientación general, las cosas se mueven y reaccionan, para bien o para mal, se polarizan y adquieren tintes bien opuestos a los actuales.
En Cataluña, tras las elecciones de ayer, triunfa CiU (la derechona nacionalista maquillada de buenrollismo progresista) y surge el PP como tercera fuerza política... El PSC, y la izquierda, en general, pierden escaños y surge el berlusconismo de la mano de Laporta. Que era necesario o no, no es mi objeto de análisis: lo que hay es lo que hay y es a lo que hay que enfrentarse.
CiU, en palabras de Durán Lleida, opina que los homosexuales somos personas enfermas en el estricto sentido de la patología, vamos, lo que nos convierte en ciudadanos curables, recuperables para la sociedad. Este pensamiento es, además de ignorante, de marcada tendencia fascista y en comparable a enunciados del tipo la alopecia es una enfermedad o los ojos azules son una enfermedad o los judíos no son personas normales, o sea, argumentaciones descabelladas, falsas, absurdas y nazis.
CiU va a gobernar en Cataluña.
La tercera fuerza política es el PP. Es un partido que opina que los homosexuales no tenemos derecho al matrimonio, que lo nuestro no es normal y debería llamarse de otra manera, porque ya dijo dios que el matrimonio es entre un hombre y una hembra... ¿Dios? ¿Cuál? ¿Cuándo? Porque el matrimonio, como institución legal, se lo debemos a los muy laicos romanos y a su derecho homónimo. La representante del PP en Cataluña, la señorita Sanchez Camacho, es madre soltera, de padre desconocido. A los ojos de su dios es una adultera, una pecadora y digna de arder en las llamas del infierno. Esta señora defiende que dos hombres homosexuales, o dos mujeres homosexuales, no pueden adoptar porque el niño sufriría de la falta de una figura paterna o de una figura materna... ¿Perdón? Espero que la señora Sánchez Camacho se haya hecho una figura paterna de silicona con todo lo que le sobró de lo que se colocó en los labios.
El PP pactará con CiU en Cataluña cuando le convenga a ambos.
El PP será la fuerza política que nos gobernará en la próxima legislatura.
Lo malo de todo es que no sé si hacerme creyente ya mismo para poder decir eso de Que Dios nos pille confesados...
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Hoy estoy muy triste y cabreada.
ResponderEliminarDicen que los años te hacen ver las cosas con más objetividad o con más calma,pero todo lo que veo en este momento me tiene bastante asustada y lo peor es que parece que la gente ni se entera.
ResponderEliminarBisitos y feliz semana.
que barbaridad pero como le quedan los slips al maromo
ResponderEliminarLo bueno que tiene ser cristiano católico y tal es que con confesarte y hacer penitencia ya está todo arreglado ... si es que nos gusta el camino difícil, con lo fácil que es hacer las cosas bien, coño. Venga Otto, renunciemos a nuestro anticlericalismo y nuestra apostasía y volvamos al redil ...
ResponderEliminarBesicos.
Querido Otto: Aparte de que, como bien dices, el matrimonio es un contrato heredado del derecho romano, no menos cierto es que en la Iglesia, en el medievo, hubo rituales de celebración de la unión de personas del mismo sexo (puedes ver un ejemplo de ello en mi posto MARICAS INSOLITOS II: Santos Sergio y Baco), pero hipocresías aparte, lo de la candidata del PP, madre soltera no lo sabía, yo la acompañaría a misa y cada vez que fuera a comulgar le recordaría al sacerdote que la sexualidad está orientada a la procreación de los hijos en el contexto del amor matrimonial, que recrea la participación del hombre en la labor creadora de Dios padre... y al pobre de Bono querían negársela por apoyar el aborto... ¡Qué asco de pastores y qué asco de ovejas disfrazadas de lobo! Me conformo con ser la oveja negra marica del redil, creyente, sí, pero con criterio...
ResponderEliminarQué fuerte lo de Durán i Lleida, además cuando él está afectado por una terrible patología cancerígena: el nacionalismo.
ResponderEliminarQuedo atónito ante las declaraciones de Malicia Sánchez-Camacho. Parece ser que además de disparar a los inmigrantes (en la realidad virtual, oiga) también gusta en el PP de Cataluña tirar piedras a los maricas. Y eso que por lo que veo, no están libres de pecado.
Cada día estoy más desencantado con la clase política española. Me hace plantearme muchas cosas. Y ninguna buena.
Que Dios les piye confesados a los catalanes...
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