Me encantan los huevos de codorniz

Que los acabo de cenar, aunque seguro que estaban caducados... Pero me encantan, tan pequeñitos y tan monos, y es que me gustan más los huevos pequeños que los grandes. Entran mejor. Y hablando de huevos, mi ex tenía unos huevos preciosos, pequeños y monísimos. Aún les recuerdo con cariño.

Y ya en España, qué placer de nuevo... Llegar a Madrid, que había una temperatura genial, y salir. Quedé con ZIH, a pesar del empacho neoyorquino (que nooo, bobo, que nooo,... cof, cof,... ejem) y nos fuimos directamente al Studio 54, aunque de la emoción yo entré en el Sunrise hasta el fondo, jajaja, para que la salida no fuese tan humillante. Ya en el 54, da gusto ver a exactamente la gente de siempre, aunque después de ver tanto negro y tanto judío ortodoxo en NY se hacía raro ver tanto blanco. Por cierto, que lo que decía en otro post: que bueno que aquí todos los maricas nos escrutemos. En NY me miró un tío nada más... en el Splash, sitio de ambiente de allí. Pero ni siquiera por la calle, eh? La única vez que conseguimos atraer la mirada de alguien por la calle fue cuando montamos el numerito:

Y en el 54, ains, había un jaco de 1'90, curtío en el gym y de unooooos... 38 tacos? Camisa azul de manga corta, tirantes y una cara de cabrón que me estaba poniendo malísimo. Jo, aunque sólo sea por el placer de observar, ya merece la pena el bar (como veis, he vuelto superprofundo). Nos (bueno, me) tomamos un par de copas y luego quedamos en el 8 y 1/2 con Adidas, que venía acompañado de Tony Tornado y consorte, Proudstar, Dan y Shhhhh! Qué bueno verles a todos y conocer a los que no conocía. Venían ya cociditos, la verdad, aunque yo, con las dos copas del 54 tampoco iba mal. Hicimos cola y, al entrar, yo como que flipé un poco, porque es una mezcla entre garaje, sótano, entrada laberíntica, todo bien oscuro o con luz roja... Lo primero, ir al baño, que me meaba vivo. Delante de mi una larga huesiloca de unos 20 años, peda perdida pero en pie, que para mi que en el retrete hizo algo más que mear... Melena hasta el hombro teñida de un rubio oxigenado que para qué. Detrás, otro veinteañero le decía a un desconocido que le ponía mucho y que era el hombre de su vida, y le espeta un beso y el otro se pone rojo... Todo esto con unas pintas todos muy raras, pero bueno, meo en el baño ese rojo y blanco y salgo para ver un mar de gente poppie que flipaban con su propia persona, todos con su cámara digital haciéndose afotos a sí y sus amigos, flashes y flashes... Y ná, pues a la pista a bailar o lo que fuera, rodeado de chavales poppies que me estaban generando una ansiedad que ni pa qué, de pelos azules, rojos, algún pijazo del copón (o las tías estaban muy buenas (no me fije, no lo creo) o ahí se pasa de todo). Menos mal que éramos un cogollito de blogosfera conocida, aunque nos llevaban ventaja alcohólica, diga lo que diga Dan, que decía que noooo, que para naaaaada, jajaja. En la barra, pidiendo la segunda, le hice una afoto para que él mismo viese que sí que tenía cara de carajillo, y me dio permiso para publicar. Hela acá:

Que juzgue la audiencia.

Volvimos a la pista (bueno, creo que sólo yo) y estuvimos con Shhhhh!, que hizo mutis, y Proudstar, con quien hablamos, nos reímos y bailamos (yo, que me encantan los B52's, me aceleré cuando los pusieron, claro), mientras Tony y consorte bailaban sobre nuestras cabezas, hasta que el desfase horario volvió a atacar y ZIH y yo caímos con todo el equipo. Por cierto, no sé dónde estaba Adidas, jajaja, pero por ahí rondaba, jijiji. Nos despedimos de quien pudimos y tiramos Gran Vía abajo, a la camita.

He decidido que no voy a ser amigo de Dan aún, al menos las próximas dos o tres veces que baje a Madrid, porque besa bien y si nos hacemos amigos, él, fiel a su promesa de no liarse con amigos, pues no me dejará abusar de su persona, jajaja ;)

Qué bien! No he hablado de Niuyol! A ver cuánto duro...