15 de agosto de 2010

Phillip Morris, yo también te quiero

 

Ayer por la noche estuve viendo Phillip Morris, ¡te quiero! sin saber muy bien lo que iba a ver. Siempre da un poco de miedo ver películas de Jim Carrey, pero también hay que decir, en su favor, que hace más de 10 años que no hace una de esas horrendas comedias que lo hicieron famoso. Parece que se ha empeñado en hacernos ver que también es un actor que sirve para el drama y hay que admitir que en esta película tiene momentos muy buenos… y horrendos.


Para los que no la hayáis visto, no pienso reventaros la trama, sólo comentar un par de cosillas que se me antojan. Lo primero de todo lo que debemos saber es que es una tragicomedia (basada en una historia real), aunque en los anuncios la ponen como una comedia… Tiene momentos muy divertidos y otros que son de pañuelo. El protagonista es un homosexual con cierta crisis de identidad que extiende su caos allá donde va. Carrey no anda muy fino paseando entre la estrecha línea que separa la parodia de la caricatura y a veces cae en ciertos tópicos de maricas, en un personaje al que no le ha cogido bien el puntito homosexual, que está en un continuo vaivén pero que cumple a la perfección a pesar de esa peluca y ese maquillaje tan horrendo que le han puesto y del que no puedes dejar de fijarte desde el primer al último minuto de la cinta.

El otro protagonista, Ewan McGregor, discreto y un poco eclipsado, tiene momentos de actuación absolutamente sublimes y estremecedores, en general en los últimos 15 minutos de la película, que son una verdadera montaña rusa de sensaciones y sentimientos. ¡Anda que no se me cayeron lagrimones ni nada…! Tampoco es que su papel dé para mucho, pero lo poco que tiene es de quitar el hipo; eso sí, se nota que es a Carrey a quien le han querido dar la oportunidad de lucirse.

El ritmo narrativo es estupendo y la historia fluye con facilidad gracias, a parte del guión, claro, a la fotografía, la exposición y la saturación del color, que te introducen en una particular atmósfera. Además, aunque esto no sé si es por ser gay, la relación entre los protagonistas se plasma con una naturalidad pasmosa, espontánea y fresca… aunque a un hetero a lo peor le da un algo, claro… No sé… Id a verla. Merece la pena porque es de esas películas que te dejan una buena sensación de haber visto algo que está bien sin ser, evidentemente, la mejor película del mundo.

Y encima acaba con la canzonetta su l'aria, que es de las cosas más hermosas que Mozart jamás escribiera…

3 comentarios:

  1. Sólo la veré por Ewan McGregor, ainsss omá. Y yo que la tengo por ahí desde hace meses en VOS y no he encontrado tiempo para verla. A ver si esta semana lo encuentro...

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  2. Ufff, no sé, haré el esfuerzo de ir a ver una peli del Carrey al que no soporto pero nada de nada. Creo que la última peli suya que ví fue la Máscara, con eso te lo digo tó ...
    Pero bueno, McGregor bien se merece el esfuerzo, sí.

    Besicos!

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  3. Mejor la dejo para cuando la echen por la tele, que a mi Jim Carrey, buff, me cuesta.

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Aunque ya no se lleva nada, puede comentar después de la señal, por favor. Le contestaré lo antes posible. O no. Gracias.
Piiiiip

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