25 de agosto de 2010

Intolerancia con Ironia


El lunes, después de darnos una vuelta por Chueca, esa especie de burbuja de fantasía y color, nos fuimos a tomar un café a Mamá Inés. No había mucha gente y no pude evitar fijarme en una mesa con tres chicas norteamericanas negras que estaban allí merendando. Me fijé en ellas porque me recordaron mucho a las negras superfinas de El Príncipe de Bel Air.

Me bebía mi café y observaba, suponiendo que las muchachas no sabían que estaban ni en un bar gay ni en un barrio gay, los refinados modos de las norteamericanas. En un cierto momento, decidí hacer un experimento del que no informé previamente a Lolo. Una de las chicas se levantó y fue al servicio. Esperé a que subiera y, cuando sabía que ella no iba a poder evitar verlo, hice ademán de darle un beso en los labios a mi novio. Observé...


La chica se sentó y nos miró, murmurando algo hacia sus dos amigas. Al instante, una de ellas nos miró y al momento la tercera también lo hizo, ambas de manera muy evidente y poco disimulada. La chica les había dicho que ahí había unos gays besándose… es la manía que tienen los extranjeros anglosajones de hablar en alto pensando que aquí no les vamos a entender. Yo no dije nada de nada, claro, pero pensé en la ironía de que sus padres, seguramente, en EE.UU. sufrieran discriminación y también recibieran miradas por el hecho de ser negros. O puede que no. Pero me resultó irónico igualmente.



El pasado fin de semana, en Toronto (Canadá), unos vecinos se enfrentaron a miembros del Highfield Road Gospell Hall, una congregación cristiana que se presentó en el barrio para rezar y demostrar su odio y asco hacia unos vecinos homosexuales. Un vecino, Geoff Skelding, lo grabó y comentó. La ironía estaba servida de nuevo:








Afortunadamente, los vecinos les echaron diciéndoles que no eran bienvenidos y que eran personas llenas de odio que ignoraban el significado de la palabra amor, pero esta congregación de integristas con serios problemas de identidad ya había logrado que, en una ocasión anterior, unos vecinos gays huyeran del vecindario. Necesitamos en todas partes más vecinos así y menos integristas religiosos.

7 comentarios:

  1. Siempre he pensado que los maricas tenemos la obligación moral de escandalizar. A veces (muy pocas, pero nunca se sabe), un rato de escándalo puede ayudar a ver las cosas de otra manera...

    Y ya les vale a las gachíes: mira que no darse cuenta a la primera del aceite que rezuma por los suelos del Mama Inés. Además de bigots, tontas.

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  2. Supertontas, porque no había más que maricas, as usual xD
    Respecto al excándalo... si lo hacemos nosotros es de vergüenza, pero si una iglesia gospell se te pone a leer la biblia en la puerta es sólo expresar la fe... una puta mierda, vamos xD

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  3. Qué lindo video, me has alegrado la mañana.

    Que el oprimido de antes se convierta en el opresor de ahora es una experiencia demasiado frecuente. Los ejemplos sobran. Más bien, hay que ver los esquemas opresores en uno para no andar repitiendo esquemas que hacen mal a otros, en privado y en público.

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  4. Qué asco, no los soporto, en serio, me ponen de muy mala leche y me vuelvo superintransigente con la intransigencia ... y no me gusta, la verdad, pero es que creo que hay "cosas" que no se pueden "respetar", no, no respeto a los que discriminan, a los se creen con derecho a juzgar inferiores a sus semejantes, a los que odian, a los que se creen en posesión de una verdad dictada por un Dios que les ilumina y les alienta a rechazar al prójimo ... ains, con lo contento que estaba yo después de ver las fotos de los verdaderos dioses, jo ...

    Besicos.

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  5. Es algo que no entiendo. Deberían conocer la discriminación mejor que nadie y rechazarla.

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  6. Cuando se aprobó la Proposición 8 en California, coincidiendo con la victoria de Obama, hubo bastantes análisis en prensa que indicaban que las minorías negras y latinas son muy homófobas... Puede parecer extraño o paradójica, pero no hay más que ver la política de Israel para comprobar que haber padecido discriminación o haber sido perseguido no te hace más tolerante.

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  7. Lamentablemente es un mal muy extendido. hay blancos que discriminan a los negros, negros a los gays, gays a las plumosas, trans y similares y asi ad nauseam. Es necesario romper esa cadena de odio

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Piiiiip

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