18 de agosto de 2010

Chapa y Pintura


Entre las mil cosas que hay que hacer para alcanzar cotas de normalidad dignas del ser humano en el colectivo homosexual, hay que empezar con esos hábitos que pasan desapercibidos que sufren muchos niños. Cada día, de hecho, me convenzo más de que la disfuncionalidad y la estupidez humana, la tontería y tal, que es universal, se concentra entre maricas y lesbianas por haber tenido que sufrir carros y carretas durante su infancia y en silencio… eso que llamamos traumas.


Yo nunca he sido consciente de ser diferente respecto a los demás hasta que los demás me lo han hecho hacer notar. La primera vez, creo, fue cuando una tía mía, que morirá sola por mala persona y por zorra, me llamó, así sin más, y con un tono horrible, marica, después de reñirme por alguna cosa de niños… Eso lo tengo clavadito en la memoria y debe ser esa la forma en la que uno se va forjando el carácter o los interiores o lo que sea.

En el colegio no recuerdo alusiones de tal tipo, aunque he de admitir que era un poco bully y cascaba a mis compañeros de clase, seguramente como manera de autoafianzamiento por la diferencia. Además, pegué el estirón muy pronto, así que les sacaba una cabeza, jajaja! Pero lo más normal es que el niño marica sea el objetivo de las bromas de sus compañeros y, por lo general, se hace con total impunidad… Y lo mismo en secundaria, claro, o peor.

Todo esto viene a raíz un informe confidencial del Ministerio de Educación francés sobre este tema del acoso en las aulas. El resultado es aterrador, claro, y es que hay una tendencia, por parte de los equipos directivos y de la sociedad, a banalizar las agresiones y los comportamientos homófobos en las aulas, cayendo, además, en el sexismo de las chicas son de letras y los chicos de ciencias (el típico marcado ejemplo de pasividad/actividad profesional), y el racismo en los colegios e institutos… Vamos, tela.

Afortunadamente, el informe está dirigido a modificar tales comportamientos pero, ¿y en España? ¿Qué ocurre? Pues lo mismo… lo curioso es ver que, aunque en Francia no se ha aprobado el matrimonio homosexual, se preocupan de estos extremos y aquí, donde sí nos podemos casar, parece que tales asuntos se obvian o se dan por… ¿arreglados? Vamos, que banalizamos…

7 comentarios:

  1. Una cosa es lo que dice la ley y otra la sociedad, y ésta última no ha avanzado mucho, aparte de que hay profesores y maestros por vocación y otros por sueldo, por decirlo de alguna manera.

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  2. Llevas unos días con la irasosiá un poco enervada...

    Aunque totalmente deacuerdo contigo.

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  3. Si es que el mundo está loco loco loco ...

    Besicos!!!

    (qué fuerte tu pasado de colegial macarra, no? jajaja)

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  4. El que se piensa que con el matrimonio está tó arreglao va listo...esta vez la ley ha ido más rápida que la calle, donde todavía hay mucho racismo!

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  5. A mi en el cole ni me miraban .... se arriesgaban a que se les callera una mole de casi 100 kilos con un pelín de irasosiá ......
    besukos

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  6. Pues yo fui de los acosados,además desde muy prontito,porque no se me daban bien el fútbol y prefería jugar con las niñas a la comba o quedarme leyendo.En general,los niños atacan siempre al que se sale de la norma,sea por empollón,por marica,por gordito,por tener algún defecto físico....Y no creo que eso cambie,porque está inserto en la naturaleza humana (es el miedo al "diferente").Otra cosa es que se pueda atemperar con la educación y ahí sí que debe de actuarse (para eso,entre otras cosas,está la asignatura de Educación para la Ciudadanía ¿no?).Eso sí,te has librado de que entonces fueses un niño pequeño,porque si fuese ahora,en lugar de pelearnos,te hubiese llevado "a lo oscuro" XD

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  7. La homophobia por los chicos joven tiene mucho que ver con la misoginia. Características femeninas en un jovencito incita mucho odio y intolerancia. Crecí con una hermana lesbiana masculina, y ella no sufría nada de haber poseído características masculinas. Era admirada.

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Piiiiip

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