Bomb(ill)a incandescente y otras tapas

Yo hoy sólo iba a hablar del concurso de tapas del sábado por la mañana, pero de repente un olor a quemado me ha llamado la atracción mientras veía, a través de los cristales translúcidos de la puerta de la cocina, unos flashes y otros fuegos de artificio… Así que antes de las tapas, denuncia pública: señores de Ikea, una de sus bombillas de bajo consumo, la K320, ha empezado a chisporrotear y a calentarse y deshacerse por si misma… Casi me quedo sin yemas (de los dedos) al desenroscarla del casquillo… No sabemos si es que cuando se acaba su vida útil se queman a lo bonzo en vez de dejar de funcionar… Afortunadamente estaba en casa, pero se me ponen de corbata al pensar qué podía haber ocurrido. Señores de Ikea, muy mal. No vuelvo a comprar una bombilla en Ikea: lo sepan.

Aquí la imperfecta interfecta:




Y nada, que anualmente, con los amigos hetero de tólavía, celebramos un concurso de tapas, al que yo no he acudido nunca hasta este año, por aquello de hacer integración y no ser gregario en cuestiones sociales. Total, que fue el sábado por la mañana y, como teníamos que ir por parejas (no forzosamente maritales… ¡huys! Mari-tales ¡Qué juego de palabras!), pues yo iba con Yoselito (Satánico, de nuevo, no hizo acto de presencia). La verdad es que había nivel, oigan… No me acuerdo de los nombres, pero eran tipo 'suspiro andaluz' y tal… así que nosotros (realmente, omissa modestia, yo me encargué de todo menos de pelar las patatas) lo llamamos 'nonato de codorniz hervido sobre lecho de fécula tostada y virutas ibéricas de serranía' (¡Cling! 300 lauros, como el anuncio)… [Un día, con tanto dato concerniente a la realidad, me acaban pillando el blog, y si no al tiempo…]… Quedamos los cuartos de 10, lo que no está nada mal teniendo en cuenta que era nuestra primera vez…

Entre las exquisiteces varias…





Y hasta aquí lo de las tapas… Mañana Bilbao (espero)