Er Viahesito a Niuyol, y van 3: Rockefeller Center, Empire State y Times Square

Antes de comenzar con el relato, sabed que la encuesta ha resultado impresionante: esa lucha entre la cabeza de arriba y la de abajo… Pero bueno… Vox populi, vox dei.

En otro orden de cosas: me duele la garganta, y eso no es bueno, es dolor, fiebre y faringitis, y encima tengo que ir a Valladolid mañana, y en estas condiciones no se puede, pero bueno, Dios proveerá… especialmente por el maripost del sábado, que tendré que dejar hecho… Bueno, ya se verá…

¡SEGUNDO DÍA EN NUEVA YORK! ¿Planes? Claaaro, ir al cogollito y visitar todo lo que podamos, que incluye el Empire State y su mirador. Como nos levantamos todos los días a las 8 de la mañana, pues aprovechamos. El día, soleado… Siempre, mientras uno y otro nos duchamos y esas cosas, miro el mariblog y os pongo unas afotos del día anterior, y llamo a casita, sean progenitores, hermanos, Nati, Susú… y claro, que os preguntaréis que qué gaaasto, ¿no? Pues no, porque con un N80 instalas un programa de VoIP y en cuanto encuentras una WiFi abierta pues coges y llamas gratis et amore a La España, y allí la gente también deja su WiFi en bolas. Gracias.

Vivimos al laito del Lincoln Center, así que nos plantamos en un tris en la Séptima avenida, en el Carne-y-frijol, Carnegie Hall para los mortales. Mola porque it's a must si en algo valoras la música. Allí mismito estuvieron Rachmaninov, Strauss, Stravinsky… se estrenó la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak, y mil cosas más… Pero luego, sólo puedes ver una habitación con recortes, carteles y poco más… Pero hay que ir, claro. Y ya de camino, a otro sitio musical pero más populachero (con perdón) como es el Radio City Hall, y fuimos a hacer la visita guiada… Nos guió un mariquitísimo pelirrojo que a mi me miraba fatal… Es todo impresionante porque la decoración de los Felices 20 mola… Unas afotos del vestíbulo y a otra cosa que se hace largo…

¡Hala! Viva el gigantismo filantrópico del señor Rockefeller… Es un complejo impresionante, por dentro y por fuera, y con las típicas fotos, claro. La decoración de los Felices otra vez, que es impresionante, aquí, puerta del edificio principal, que dentro tiene mil tiendas y restaurantes en los subterráneos que dan a la plaza central, donde en invierno ponen la famosa pista de hielo… Sí, la que preside el mismísimo Prometeo… Sabiduría y Conocimiento serán los pilares de tu tiempo.

¡Anda! ¡San Patricio! ¿A mi con catedrales de mentira…? ¿A mi, que soy de tan gótica cuna? Si, mola, pero es todo muy nuevo… así que fuimos, vimos y nos largamos, que nos habían metido miedo en el cuerpo con las interminables colas del Empire State… Por que queríamos ver el mirador de día y al atardecer, de noche, y es enero y a las cinco y pico se oculta el sol, así que nos fuimos para allá, comimos en una especie de comida rápida mejicano (cómo picaba la salsa, y eso que era suave) que había en los bajos y subimos… Aquí, el vestíbulo…

Y no había cola, no, pero estaba todo montado con laberintos de cintas, así que en temporada alta debe ser un infierno… Nosotros, todo recto, ascensor por aquí, por allá… Siempre hay alguien que te dice 'para allá', 'para el otro lado', 'siga recto', así que no hay pérdida. Cuando vas a comprar la entrada te insisten mucho en que te hagas con un mapa, pero te insisten como si fuera cosa vital, pero tienes que pagarlo y vale 5 dólares. Nos ofrecieron en la taquilla el City Pass, que tiene entradas para el Empire, el Guggen, el Met, el de Historia Natural… y un paseo en barco. Salía bien de precio, así que nos gastamos los 65 dólares (que son 40 lauros/6000 pesetas… ¡anda! ¡Ahora que dólares y pesetas encajan, nos pasamos al Lauro!) y además nos incluía la audioguía, leída por una puertorriqueña o algo así, pero superútil y con mucha historia…

No hay palabras: es flipante… cada vez que veo las afotos se me encogen los huevos por la altura…

Y nada, después de unas 3 horas en el mirador (a ZIH le dio el síndrome japográfico y venga a tirar instantáneas) nos retiramos, pasando por la Grand Central Station, que es gigante, enorme y una preciosidad, como en las pelis, y por la base del Chrysler, que me gusta más desde abajo que el Empire…

Y de camino a casita: ¡Times Square! Te cagas, lorito, con tanta luz, que hasta la Police Station parece que está de musical… (última afoto, debajo de Yahoo, con bien de neones…)… Y os dejo de dar la vara ya, que me duele la garganta, jo.

Besos… y una sorpresa...