A Dos Velocidades…

Me acuerdo aún de esos jaleos que nos traíamos en la UE y el euro y que si unos países pertenecían a los que iban a una velocidad o a otra más lenta dependiendo su economía y blablabla…

El sábado por la mañana me llamó una amiga de nuevo cuño, de estas personas que te encuentras por la vida cuando crees que el cupo de amistades está completo y te das cuenta de que al poco tiempo ya la tienes integrada en lista (y también te das cuenta de que alguien se ha caído de la lista, juasjuas)… Total, que me llama y lo primero que le digo es Tú ayer te bebiste todo, ¿no? A lo que ella me respuso que sí, que había salido y que qué íbamos a hacer con la cena de Navidad… Vamos, que no venía a cuento, pero yo se lo seguí…

El caso es que la conversación, como siempre, tornó al tema de los hombres y acto seguido me dice, en voz baja, Sí, como el que tengo yo ahora en mi cama. Después de decirle, con envidia, que era una cabrona, me dice, como entre dudas y titubeos, que lo había conocido por internet, con ese tono de quien confiesa algo terrible. Creo que gran parte de mis amigos cree que soy un pervertido sexual que folla a diario y se da a todo tipo de perversiones, algo diametralmente opuesto a la realidad, la verdad, así que muchos me cuentan cosas inconfesables… Inconfesables como esto de conocer a alguien por internet… vamos, un crimen, juasjuas!


Y es que aún la gente (hetera) piensa que conocer futuribles por internet es algo cercano a la perversión. En EEUU desde hace años es lo más normal, y por aquí los maricas lo practicamos desde mucho antes de que llegase a nosotros la famosa WEB 2.0.

Yo recuerdo que ya en el 1998, cuando me compré mi primer ordenador decente, me conectaba al IRC, a los canales maricas y tal, y conocí muchos buenos amigos y rollos por la red, luego llegaron los demás, como Gaydar y Bakala, que son gratis, y no como los Meetic esos de heteros… El caso es que para los maricas es de lo más normal y a los heterufos aún les suena a perversión inconfesable… ¡Qué cosas! ¡Y qué modernos semos!


Y ya habéis visto que he cambiado el color y la cabecera y el avatar y me he puesto ahí, por mi narcisismo, porque yo lo valgo y porque este cuerpo serrano, que tanto me cuesta, no está para que se lo coman los gusanos, ¡hombre ya! Mañana más Segovia, que me falta la segunda parte.