4 de noviembre de 2015

La Retrasada de Instagram

Noticia del día (barra) Retrasada del día, últimamente lo mismo da. Lo que debería ser una sección semanal, como mucho, acabará convirtiéndose en digna candidata de un blog específico y exclusivo sobre las retrasadas del día, porque no hay día en que no salte alguna con sus problemas del Primer Mundo, demostrándonos una vez más que hemos llegado a esta fase de evolución humana de milagro.

La protagonista de hoy, pero en una foto en que sale fea, para que se queje por algo

La retrasada de hoy tiene nombre, como cualquiera, claro, y es Essena O'Neill. ¿Qué coños le ha pasado? Pues la pobre ha tenido una revelación, una especie de epifanía definitiva con sólo 18 años... Una guerra tenías que haber pasado, como decía mi abuela, y dejarte de tonterías. Al grano. La niñata esta ha subido un vídeo a Youtube (con su nombre de usuario impecablemente sobretitulado, claro) diciendo que cerraba su cuenta de Instagram porque era un infienno. Dice que es un aviso a navegantes, en especial a los que la siguen, que lo tenía todo, bien de seguidores (como 600.000), bien de likes, superpopu,... que si su vida de ensueño, que si contratos con las mejores agencias de modelos, marcas que le reclamaban trabajar con ellos, empresas que la querían contratar como imagen,... pero era muy desgraciada, porque todo era por buscar la aprobación de los demás, y gritaba a su hermana que le hacía las fotos, no comía para salir horrorosamente flaca... Y mientras ves el vídeo piensas, "ah, pues sigues igual, marichocho". El vídeo es de attention-whore total, pero, chica, lo ha vuelto a conseguir haciendo que todos los medios reparen en la pobre niña popu...

"Todo es mentira!"... Ya, chocho, ya; bienvenida al mundo.

Y nada, que culpa a las redes sociales. A VER, MARICHOCHO, partiendo de la base de que dudo de que todo lo que estás soltando sea real (ya me he visto cuatro vídeos de ella y han sido menos creíbles que la campaña de Esperanza Aguirre a la alcaldía de Madrid), lo que tenías que haber hecho, maricón, es buscarte un buen terapeuta, tú o tus padres, vamos. Todos (bueno, quizás algún cartujo o un monje tibetano no) buscamos más o menos conscientemente la aprobación ajena (o llámalo afecto, atención, etc.), todos, hasta el más pintado, en menor o mayor medida (ahora aparecerá la típica sobrada diciendo que él no y blablabla: mierda pa tu boca, guapa) y siempre que no se convierta en una obsesión no pasa nada, que somos humanos, coño.

Bueno, tú aquí pareces cualquier cosa menos humana

Pero no, ya tiene que venir la otra dando lecciones de moral sobre si tener Instagram y hacerse autorretratos es de retrasada, si enseñas cuerpo eres mongola, si enseñas cacho una guarra y así sucesivamente, y no. Que los habrá, pues claro, joder, que de todo tiene que haber en todas partes! ¡A ver si pensáis que en el PP no hay gente inteligente! Pero, con todo, ¿y qué? Si esto es como los niños pequeños que hacen el imbécil: tú les ríes la gracia y la van a repetir aunque haya perdido la ídem. Si tienes a no sé cuánta gente que te dora la píldora, es de imbéciles decir "Ay, no! Me voy a flagelar, que esto no puede ser, me siento socialmente responsable de BLABLABLA".

¡Putas pasivas!

Que no estamos hablando de aspirar a vivir de Telecinco, en plan quiero concursar en Gran Hermano y vivir de las rentas por la eternidad, par favaaaaar, pero ¿por qué resulta que ahora las redes sociales son las grandes culpables de todo? Si conocemos a más gente que nunca, nos relacionamos, intercambiamos opiniones, creamos nuevas relaciones y un largo etcétera! Ah, no! Nonono! Cuidado, que llega el inquisidor con el sermón de que las redes aíslan! ¡Ayyyy! ¡Ojo! ¡El Maligno se oculta entre los estados de Facebook! ¡Satán observa desde los likes de Instagram! ¡Entre los 140 caracteres de Twitter esperan los súbditos de Lucifer, que son legión! ¡Aaaaanda a la mierda!

Para posesión, el puto dolor de cabeza que me dais

Os imagináis que alguien dijera, *guardando las distancias*, "Mira, qué hijo de puta Rodin, haciéndose el interesante con sus esculturas!", "Ja, por ahí va el mierda de Durero, buscando la aprobación con su autorretrato", "Me cago en todos los muertos de Alejandro Dumas, todo el día esperando que le leamos el folletín en el periódico"... Engayaaaa! He puesto el "guardando las distancias" bien marcadito y resaltado para que no haya alguna que empiece con el "Vaya comparación", "Sí, claro, Durero es lo mismito que un instagrammer", pero aún así dará lo mismo. En fin, a la  mierda, como diría Fernando Fernán Gómez.

Toma, para que te quejes por algo
Y, ahora, me voy a citar a mi mismo, como Mariano Rajoy, con algo que de refilón  que comentaba en Facebook y que tiene que ver con el tema de la loca esta... "Ser uno auténtico depende de lo que uno hace en sí hacia sí mismo, no de lo que quiere demostrar a los demás. No tiene que ver. A mi esa máxima de que la mujer del césar no sólo tiene que ser virtuosa sino parecerlo me parece paternalista, condescendiente o de una moralina de lo más desafortunada. El explayarse en las redes o no ni te hace ser mejor ni peor, más o menos legítimo, auténtico, etc. No se puede hacer esa reducción de pensar que lo que uno muestra en las redes es lo que es, porque no es un juicio acertado. El tener Instagram y salir en tetas no te hace ni más ni menos imbécil que el crear debates polémicos sobre la moral en un aula universitaria o un Facebook", o en un blog de mierda, añado.

Pues sí, la Otto es la hostia, nenas.


¿Queréis ver el vídeo de la marichocho? Pues aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aunque ya no se lleva nada, puede comentar después de la señal, por favor. Le contestaré lo antes posible. O no. Gracias.
Piiiiip

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

LEAMOS, AMIGAS