10 de noviembre de 2015

Los Maricones Viciosos y sus Fiestas

Llevo ya entre esta semanita y la pasada un poco hasta el mojino de las mierdas de opinión vertidas por periódicos y demás publicaciones sobre el ocio de los maricones. Primero con El Mundo, en un articulito que era tela marinera que narraba una fiesta follandera para maricones en Chueca, que básicamente hablaba de una quedada para darse por el culo con bien de drogas porque, ya se sabe, los maricones para eso del sexo y las drogas no tenemos parangón ni medida. Yo era leerlo y a cuadros, porque daba a entender eso, que estos maricones de ahora vaya cómo se drogan para sus bacanales, y encima en Chueca... ¿En Chueca? ¿Pero están de coña? ¡Si por Chueca ya no hay más que despedidas de solteras y familias heterosexuales con críos!

¿Esto? Lo que te encuentras cualquier día paseando por Chueca

Pues queridos señores de El Mundo, los maricones follan y se drogan como los heteros, ni más ni menos, algunos sí y algunos no, e igual que no todos los heteros intercambian sus parejas o se ponen hasta las trancas de GHB, los maricones tampoco tienen por qué hacerlo, y si lo hacen es su problema, su de ellos, no de vosotros. La verdad es que el articulo de marras a mi no me olía más que a homofobia que a reflejo de una realidad, pero sobre todo lo que me echaba para atrás era esa especie de demonización moralista sobre el sexo y las drogas... ¡Oigan! ¡Que ya tenemos madres! ¡El sermón métanselo por el agujero del culo, que les encantará!

Sabía que me había dejado algo ahí dentro

Pero ahí no acaba la cosa. Una especie de publicación sobre las denuncias de la casta hace público un artículo que sí es prejuicio y homofobia nada maquillada titulado "La macrofiesta gay en Madrid de los superamigos de Rajoy", que básicamente trata de una fiesta mainstream que se hizo en un teatrito-bar, con los maricones de siempre, básicamente, como cualquier otra fiesta, como Rita, ni con poderosas ni macrocelébrities ni gente guapa como describen estos del Espía en el Congreso (me niego a poner el vínculo). No voy a decir tampoco a qué fiesta se refieren para evitar propaganda, que los organizadores piensan que a mi no me gustan o que me caen mal o así, y no, simplemente no voy porque no me apetece, sin más. El caso (que me voy por las ramas) es que lo pintan en ese estilo del paleto de periódico de pueblo, como si aquello hubiera sido otra bacanal de homosexuales desenfrenados y encima del PP, demostrando una ignorancia supina sobre lo que es el ocio marica que da vergüenza ajena, con fotos sacadas de contexto y un largo etcétera de mierda que destila machismo y maricofobia..., más peligroso y dañino aún que una agresión física.


Y es que uno termina hasta los cojones de tanto puto prejuicio hacia el mundo marica. Oigan déjenos en paz, que a nosotros nos la suda lo que hagan los heteros... de hecho, lo ignoramos, o sea, que ni prestamos atención. Menos mal que periódicos como The Guardian hacen que te reconcilies con el género humano gracias a su magnífico artículo sobre que lo que necesitan los gays es información clara sobre el sexo y las drogas, no mensajes sobre la moralidad ¡coño! A ver si de una puta vez esos moralistas aprenden la jodida lección aquella de tirar la primera piedra, no ver la viga en el ojo propio y tal, gilipollas.


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Piiiiip

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