11 de septiembre de 2015

Ay, Maroto! Qué alboroto!

¡Ay, ay, ay! ¡Cómo acabamos la semana, amigas! ¡Un drama! ¡UN DRAMA!


Para los que no os hayáis enterado, que no seréis muchos, supongo, se casa Maroto, ¿Maroto? Ya, ya sé que parece el comienzo de un chiste malo pero el pobre no eligió el apellido. Javier Maroto es un señor del PP que fue alcalde de Vitoria y ahora es Vicesecretario Sectorial del PP, ¿cómo te quedas? 

Bueno, pues, además de todo esto, Javier Maroto es gayer... vamos, parguela, marica..., homosexual como un servidor. Antes de que aparezca la Chivata buscándome demandas, quiero dejar claro que las denominaciones que he usado no las he elegido con animus injuriandi, o sea, con intención de expresar deshonra, descrédito o menosprecio de otra persona, porque yo también soy esas cosas que he dicho, o sea, maricón, y no creo que serlo sea un descrédito. Es más, no lo es.


Eau de bordeando la legalidad
Ser gayer y del PP siempre me ha parecido muy de retrasada del día, pero es un parecer personal, eh? No se me vayan a echar los populares encima con la Ley Mordaza. O la Chivata... Y, en especial, me parece de retrasada mental desde que ZP decidió aprobar el matrimonio homosexual y acto seguido el PP, como partido, o sea, institución oficial, tomó la iniciativa de elevar un recurso de inconstitucionalidad porque, para ellos, que son lingüística y semánticamente tan mónger como ignorantes, no podía llamarse matrimonio si no había un buen chocho y un buen rabo... Vamos, el discursito de las peras y las manzanas.

¿Quién ha sido la puta graciosa de traerme aquí?

Pues bueno, la historia acaba con que el Constitucional les dice que no sean pesadas, que es legal y fin de la cuestión y resulta que ahora las del PP se casan, SE CASAN! Mira que podrían hacer una unión de hecho, eh? Pues no, PRACTICAN EL MATRIMONIO! ¿Qué será lo siguiente? ¿Hombres con perros? ¿Pagar impuestos? ¿Sobres vacíos?

Y, claro, pues en el PP las rancias se han puesto un poco de los nervios por tener a un Vicesecretario Sectorial matromoniando homosexualmente y, encima, invita a todos sus amigos maricas y a Mariano (vale, broma fácil) ¿Y eso qué es? Eso es de incongruentas e incoherentas, que no lo digo sólo yo, sino medio PP al que eso de que "lo llaman matrimonio y no lo es" les parecía una máxima muy de tatuarse... pero es que van más allá, las pobres, porque si les dices que es matromonio gay algunas se ofenden y te dicen que no es gay, que es boda sin más, lo que ya es como de morir de rosa risa.

¿Dónde está la falta de respeto, hija?

¿Y qué va a hacer Mariano? ¿Va a ir y así demostrar públicamente que respeta una decisión histórica del Tribunal Constitucional? Pero ¡qué atrevimiento! ¡Faltaría más! ¿Cómo va a ir? se pregunta la derechona del PP, sin darse cuenta de que es como enrocarse en el "mira, el Constitucional dirá misa, pero nosotros moralmente no lo aceptamos" lo que es tela marinera, porque las implicaciones son muy... pues muy tardofascistas, la verdad, o quizás sea un erróneo parecer mío... Mío y, quizás, del Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que ha dicho que sopas y sorber no puede ser, vamos, que si estamos contra ello es para siempre.

Y, encima, hoy la Diada

Y tú, ¿cómo te quedas? Pues yo... la verdad es que a mi me la pela, pero ahora os vais a comer toda vuestra incoherencia. Con manzanas y peras de guarnición. Y un poco de ajo, para que os repita.



1 comentario:

  1. Ser gay y del PP no lo entiendo pero encima invitar a una persona que ha recurrido la ley del matrimonio gay y me da igual la excusa....¡venga ya!

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Piiiiip

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