17 de enero de 2011

La Terapeuta Magica

Ya sé que me pongo muy pesadito con eso de la existencia de dios y tal, y que muchos creéis porque es lo normal, pero ya os digo yo que es porque, como a mi, os lo han enseñado desde pequeños y lo asumimos como muy natural, lo que no hace que dios tenga más razones para existir o, de existir, que este sea el bueno frente a otros.


La cuestión es que hoy vuelvo al tema gracias a Leslie Pilkington, con un apellido muy de novela de Agatha Christie, pero no de misterio, sino de terror. Resulta que Leslie Pilkington, con sus ya 60 años, es una psicoterapeuta que pertenece a la British Association for Counselling and Psychotherapy y que llevó a cabo una conversión al mundo hetero de un marica que se lo pidió... Si, hay gente que cree que puede dejar de ser marica, surreal, y hay gente que cree que la virgen se aparece, pues lo mismo.

Todo esto se descubrió gracias a un reportaje de investigación de esos de cámara oculta, tipo los de la Milá. El periodista en cuestión, Mr. Strudwick, se plantó en la consulta de la señora para que lo curase y, acto seguido y después de lo que os contaré, se fue a denunciarla a la asociación médica a la que pertenece la misma.

Strudwick le propuso a la señorita Pilkington que le ayudase a enfrentarse con su homosexualidad y ella, muy profesional, se puso en marcha, empezando por diagnosticar en su nuevo paciente que seguro que algún miembro de su familia habría abusado de él en su infancia. Leslie declaró a The Sunday Telegraph que ella misma también estaba ayudando a su propio hijo a superar su homosexualidad (se ve, por esa regla de tres, que ella o su marido abusaron de él...) y que el periodista de incógnito le pidió que le ayudase, que estaba deprimido y triste por su situación y que necesitaba terapia. Leslie (la llamo así, por su nombre de pila, porque me hace sentir más cerca de ella, hacerla más querida, para que veáis que no le guardo rencor) le soltó la perlita (supercientífica) de que la única forma de hacerlo era mediante un entorno de trabajo bíblico-cristiano... Luego suelta que nadie nace homosexual, que es una cosa de la educación de la infancia, del entorno y esas mierdas... Una joya...

La cosa tiene tela, porque ella dice ahora sentirse acosada por el reportaje y ha pedido la ayuda del Christian Legal Centre, que consideran que ella es buena cristiana y sólo quería ayudar, la pobre, y que ese maldito activista homosexual de Mr. Strudwick es, cuando menos, Satán encarnado en varón.

Mientras tanto, los medios británicos recuerdan que, en julio, el Congreso Anual de la Asociación Médica Británica declaró con firmeza que las terapias para curar la homosexualidad son peligrosas y dañinas y que no sólo no sirven para nada sino que, además, pueden dañar gravemente la salud mental del paciente.

Vía PinkNews

5 comentarios:

  1. da miedo pensar cuanta gente igual que ella no habrá y cuantos otros no estaran dispuestos a creerles :S

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  2. Además de los campos cuasi-militares a los que los padres envían a sus hijos para "curarlos".
    El daño que han hecho, y seguirán haciendo, las creencias religiosas es brutal.

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  3. Si quieres añadir más dosis de irasociá, la malafollá mía de siempre a este post, te recomiendo leas mis posts titulados "AMARICONAMIENTO GLOBAL" y "COBAYAS MARICAS" son el complemento ideal, cual bufanda a unos zapatos, a tu denuncia de este post.

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  4. Y yo que no dejo de sorprenderme de cómo algo tan insignificante como con quién nos acostamos (o si nos acostamos, según quien juzgue) puede influir en nuestras vidas sociales y morales. Con lo felices que estaríamos todos siendo como los bonobos, tol día al pimpampum.

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  5. Es sorprendente lo frecuentemente que Dios se aparece a la gente en una zarza ardiendo justo en mitad de la bibioteca de ciertas facultades... y aterrador también.

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Piiiiip

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