Al culo ya!

Pues que si, que ya he llegado al punto en el que ya me la suda, que doy y doy y doy y siempre lo haré, pero luego no recibo nada, me pasó con el anterior, y el anterior y estaba a punto de ocurrir con Susú. A Susú le dio por hacer un mutis al volver de su viaje. No decía nada, no recibía, no estaba. Yo no era menos, pero empezaba a mosquearme ya con el temita de tener que estar tirando constantemente del carro. Mi amigo ZIH me dijo que pasase de él de una vez por todas y decidí que era buena idea. Pero no me mola dejar cosas colgando, quería saber las cosas, dejarlas claritas y hablarlas y dejarme de suposiciones, silencios y demás, así que le llamé a su móvil. Nada. Otra vez: tampoco. A su móvil de trabajo: ídem e ídem. Le envié un mensaje tipo 'no sé nada de ti, haz el favor de dar una señal de vida, nada más. Te lo pido por favor, en serio', no es literal pero casi, y la respuesta: el silencio. Así que me harté, se me hincharon los huevos como zepelines y dije: hasta aquí hemos llegado. Susú, shit off!
Y aunque me quemaba por dentro, me quedé más tranquilo. Como sieeeempre que tomo estas decisiones, el karma o el equilibrio del universo, o lo que sea, se desencadena y el día de Noche Buena, por la mañana, qué encuentro? Un correo electrónico de Susú, en el que se disculpa porque había estado mal por dentro (el rollo ex, supongo, aunque cómo no, si no hace cuatro meses que lo dejaron) y quería desconectar, pero que cómo se alegra de que yo haya entrado en su vida, que si soy especial, que si patatín que si patatán... Me encendí por dentro con todos los demonios que uno puede llegar a contener (y como decía Regan MacNeal, la niña del exorcista, son legión) e ignoré la existencia del mensaje. Por la noche, estaba con mis amigos de precena de Noche Buena, y pidiéndole a Culito todo el rato copas y cañas, cuando algo me vibró en el bolsillo del pantalón, y no estaba cachondo, no. Era Susú al móvil. No cogi. Volvió a llamar, y no cogi. Mierda! Ya me había jodido la noche, mierda! Joder! A la hora, ya en casa, ooootra llamada, que no cogí, claro.
Al día siguiente yo había pasado página, la verdad, peeeero: otro correo, que si me había llamado tres veces para felicitarme la Noche. Qué mierda! Luego he sabido que tuvo una movida de 'nuncamástequierovolveraverenlaputavida' con su ex en Noche Buena. Esa manera de que encajen las cosas me molesta aún más.
Pensé en reblandecerme y llamarle, pero ya está bien de dejarse pisar con tacones de aguja! Le respondí a su correo diciéndole que me parecía muy mal lo que había hecho ignorándome, sin contestar, que me había preocupado y que eso no se hacía a nadie y que, además, no tenía ninguna excusa para haberlo hecho, y que un minuto para escribir un sms lo tiene cualquiera, así que no iba a darle tregua. Me ha perdido perdón de mil maneras, pero ya no es lo mismo. Paso. Susú, cuando no vuelva a saber de tu ex, me dices algo, mientras tanto, adiós.
Y por eso, esta noche me voy a los Madriles, a ver xulazos y a reirme y beber. Punto.