Tejidos y Novedades

Ufff... Pero que mal se me está dando el día hoy de retraso y de todo. En fin, al grano, Don Otto, no te pongas retórico...
Pues nada, continuando esta historia de nunca acabar, tras publicar mi anterior entrada, bajé a la calle a esperar a mis gymfriends para ir al gym. Y mientras esperaba... pues vi cómo alguien pasaba enfrente de mi casa. Quién? Susú, claro. Él miró hacia el portal y yo salí, así que paró y nos encontramos. Yo, con una cara de berza que no podéis imaginar (vamos, larga), y él me preguntó que qué me pasaba. Le respondí, "hombre... qué fue di ti ayer?". Y lo que yo suponía, que se había puesto a trabajar con su compañera en el proyecto hasta la una de la mañana, y que no fue al gym ni nada, claro. Y me dijo que cuando no lo localizase en su móvil, que le llamase al móvil del trabajo, que ahí está siempre y así podría hablar con él. A mi me dejó contento la respuesta, aunque seguro que Milacasta me va a matar (bueno, y otros muchos de vosotros...) por decir esto. Bueno, pues llegaron mis gymfriends y dejé la conversación. Me dijo que le llamase más tarde.
Fui al gym, qué dolor es esto de ser víctima de las propias fantasías sexuales. Hubo un momento que casi me explotan las tetas, porque cuando uno está contento y exultante pones más peso y tal... Ains, qué superficial me estoy volviendo...
Cuando llegué a casa, le llamé, pero estaba reunido y me dijo que le llamase en diez minutos, así que esperé 20, pero no me cogió. No me importó, llamé a mi amiga Pepa, que era doctriz desde el día anterior, y estuve rajando de la vida en general durante casi una hora. Me devolvió Susú la llamada y estuvimos hablando hasta que sonó su teléfono fijo del trabajo (qué ring tan feo tenía puesto, por dios), o sea, 10 minutos más o menos. Luego respondí a todos los comments (nobleza obliga) mientras esperaba que me volviese a llamar, pero se conectó al messenger y escribió "sigo al teléfono", y así otros 30 minutos. Por fin, volvió a escribir: no les habían aceptado el proyecto con el que se había descornado todo el puente. Le llamé, le animé (joerl, qué bueno soy) y hablamos y hablamos hasta que ese horrible ring de su trabajo volvió a sonar, pero bueno, era hora de comer, así que nada, le escribí que ya le llamaba antes de que cogiese el avión para despedirme, aunque no tenía ni idea de a qué hora lo cogía, jajaja!
A las 21, hora en la que empiezan las orgías en mi ciudad, le llamé y no me cogió, ni a uno ni a otro móvil, así que pensé que ya me valía tanta intensidad y que al culo con todo, que estaba hartito de mi mismo y de estar pendiente de todo. Qué liberador! Aunque tiene trampa porque, como habíamos hablado tanto, mi síndrome de abstinencia estaba controlado.
Llegué a casita, hecho polvo de cansado (trabajar es malísimo) y me conecté al messenger por ver si tenía correo, y...? Y saltó una ventanita, de Susú:
Me voy a las ocho, tio
te mandaré unos mensajitos desde R***
para que veas que me acuerdo.
Me arranqué las bragas, que se me habían quedado pegadas al chirri de la ilusión, aunque pensé, "pues a ver si es verdad, porque si no te van a dar bien, que no tengo yo el coño pa truenos a estas alturas"
Y ahora mismo posto esto, que es muy tarde. Hoy postearé de nuevo, a la tarde, contando otras cositas super bonitas que me han pasado ayer. Hala!
Suyo que les venera,

Don Otto Más