
Ya va quedando menos para mi [triunfal] retorno a la actividad bloguera, a la lectora y a la epistolar (por aquello de comentar y contestar…). Gracias por la fidelidad y la espera… pensad que algunos están peor, como estas a las que ví en el metro el otro día, que estas sí que esperan y esperan y esperan, eso sí, sin desesperar, que no articularon palabra entre sí… Sólo musitaban en silencio con el rosario en la mano, uno de ellos fosforescente, que tengo uno igual que me dieron en un convento de monjas que visité una vez…

Y ahora, tras tal pía imagen, ¿cómo voy a poner un hombre desnudo?... Ah,… pues NADA...
Jo, ya creía que habías visto a tu amiga en la portada del Interviú de esta semana y te había dado un síncope, o algo...
ResponderEliminarNo nos des estos sustos, Otto!
(y primens!)
ResponderEliminar¿aún hay más? No puede ser, vengaya.
ResponderEliminarMmmm, Leo Giamani, que bueno está el jodío...
Nosotros de pequeños jugabamos con una virgen Milagrosa pequeñita que era "flusfluorescente". La poníamos junto a una bombilla unos segundos, apagabamos las luces y la virgen volaba iluminada por el cuarto.
ResponderEliminarUy, el de la sonrisa profiden parece que lo pasa bien
ResponderEliminarVenga, va, esperamos un poquito más...
ResponderEliminarA mí me fascina el Kitsch religioso...puedo quedarme HORAS mirando los escaparates y riéndome; al mismo tiempo me dá como horror...es muy raro.
ResponderEliminarCualquiera de los cinco me viene bien, sí.
ResponderEliminarY como mola la foto de las monjas (y como mola que te tropieces con alguna de vez en cuando) Por cierto, nunca te han pillado? Joder, es que la del primer plano tiene que haberse dado cuenta por narices :-p
Besicos.
Qué contraste entre la cara de las monjas y la de los chicos!!
ResponderEliminarSe nota quien está amargado y quien no, eh??
;)
Por cierto!! Qué guapo lo de las etiquetas de al lado!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue fuerte eres a veces, Mari...
ResponderEliminarVuelve pronto, que esto no sirve ni para aliviar un poco el mono de Don Otto... :-)
ResponderEliminarAsí me gusta. ¡Me encantan los blogs con fotos de monjas!
ResponderEliminarPues sí, el segundo por la izquierda de la sonrisa profiden se lo pasó muy bien esa noche, solo o acompañado, nunca lo sabremos.
ResponderEliminarMenuda ducha mas apetecible
ResponderEliminarjajajajaja esas monjas, que huelen mal porque no se lavan para no verse desnudas y tocarse...es mi teoría. ¿Yemas de santa Teresa?, NUNCA sin control sanitario!! puargssss!.
ResponderEliminarY vaya pezones que tiene el de la primera foto...g u a u.