¿Ubi sunt?

Anoche ví, mientras cenaba, El Hormiguero. No soporto ese programa ni a uno sólo de sus colaboradores, por no hablar de su conductor Pablo Motos. Tiene menos gracia que un chiste de Lepe, una vis cómica que da ganas de llorar, siempre forzada, además de dar la impresión de ser un tío pagadísimo de sí mismo. Trancas y Barrancas, las hormigas, son un dolor, pero aún es peor cuando sus alteregos salen de debajo de la mesa y se dedican a comentar revistas. El calvo es horroroso también y todos tienen una cantidad de piños que no se puede de creer, así que supongo que por eso triunfaron antes en la radio… y Flipi… bueno, eso da para un post.

Cambié de canal a tiempo para ver un poco de CSI y echar mucho de menos una de las voces, la de Catherine Willows, que es la misma que la de Monica Geller, que es la misma que la de Kristin Scott-Thomas… y muchas más, y que era la voz de Concha García Vallero, que nos dejó hace casi 3 años. También echamos todos de menos a Homer Simpson, Bill Cosby, la voz en off de Frasier y KITT (sí, sí, el coche fantástico), que era la voz de Carlos Revilla… Desde entonces no veo ni un solo capítulo de los nuevos Simpsons en castellano… Prefiero verlos en versión original.

Hoy quiero lanzar un recuerdo a todas esas personas que nos abandonan por culpa del último mal, y sobre todo a las personas que quedamos aquí. La muerte es fea y tonta y un asco y espero que la genética y las células madre nos permitan pronto decidir cuándo envejecer y cuándo morir, y cuánto vivir, claro… De momento no nos queda otra que cruzar los dedos para no tener a nadie cercano enfermo ni a nosotros mismos, claro.

Y un besito enoooorme a mi BH que es el mejor y me alegra cada día. Y si os empalaga, ya sabéis: tirad de la cadena, que no tenéis corazón. ¡Hala!