23 de febrero de 2012

Una nueva Marilyn

La semana pasada pude ver un pase de Mi semana con Marilyn, una película de la que se había oído mucho por aquello de que la protagonista, Michelle Williams, había posado tal cual como vino al mundo y como Marilyn en unas tórridas fotos para Playboy... pero también por otras cosas, claro. Pero yo voy a ser sincero: a mi las fotos de mujeres en paños menores no me mueven una célula y, además, me daba la impresión de que iba a ser la típica película que intenta hacer lo que se lleva haciendo años, desvelar la personalidad de la actriz con un trágico final...


Mi semana está basada en las memorias de Colin Clark, un joven que se introdujo en el mundo del cine de la mano de su insistencia y de Lawrence Olivier, y que tuvo la suerte de formar parte del equipo que rodó El príncipe y la corista, y de eso trata, ni más ni menos. Lo que llama la atención es que no te intentan vender a Marilyn, sino que todo parte de la visión del joven Colin sobre la deseada actriz. Lo siguiente es ver cómo era Norma Jean en su día a día (bueno, siete días) de rodaje, y la verdad es que aprendes tantas cosas de ella que te parece redescubrir una manida figura icónica del XX y te enfrentas a una realidad más posible que la que nos intentan mostrar desde hace 50 años.



En ese sentido Michelle Williams está enorme... y mira que pensaba yo que no me iba a creer nada de la niñata de Dawson Crece, pero está increíble, y no por la caracterización, conste. No se parece a Marilyn, pero ahí está la magia de esta actriz y su actuación, porque en cada toma, cada escena, ves a Marilyn, te olvidas de la actriz que la representa. El resto de los actores, a la misma altura... mira que es complicado olvidarte de Kenneth Branagh, Emma Watson o Judi Dench, ¿verdad? Pues dejan de ser ellos, al igual que el protagonista, Eddie Redmayne... se integran en un guión sólido, creíble y bien estructurado, con un tratamiento de la imagen y la fotografía que te hacen revivir los años 50 como si nunca se hubieran ido.



No intenta ser un biopic, como nos daba a entender un marica pedante (como yo, pero más pedante aún) que nos contó, sin que nos interesase lo más mínimo, su visión de la película al terminar... es sólo parte de la vida de dos personas que convivieron hace medio siglo y que nos hacen comprender muy bien su verdadera personalidad, fuera de los manidos tópicos. Una película con una música preciosa que al final te deja un sabor muy dulce con esa ligera amargura que te deja la nostalgia de esos iconos con los que hemos crecido muchos. Y mira que no iba yo nada convencido, pero tuve que salir el último para que no me vieran los ojos arrasados, jajaja!



Muy recomendable, sobre todo si podéis verla en versión original. Se estrena mañana, día 24. No os la perdáis.



1 comentario:

  1. Está bien, de acuerdo. Has sido lo suficientemente persuasivo. Y con lo de los "ojos arrasados" has conquistado mi yo de culebrón venezolano :D

    ResponderEliminar

Aunque ya no se lleva nada, puede comentar después de la señal, por favor. Le contestaré lo antes posible. O no. Gracias.
Piiiiip

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

LEAMOS, AMIGAS