Tintin? Que Tintin?

El sábado pasado nos fuimos a ver Tintín de Spielberg a los cines Ideal, que son ideales porque tienen mucha versión original con subtítulos a pesar de que apestan a la manteca asquerosa que le echan a las palomitas y que hace que la entrada del cine sea una peste insoportable... en fin...

El caso es que yo he de admitir que iba con mucha ilusión a ver la adaptación de Spielberg, que nunca defrauda y que llenó de ilusión mi pubertad desde ET hasta Indiana Jones, donde ya despertó algo dentro de mi gracias a ese homoerotismo (bueno, erotismo, vale...) que desprendía Indi, en especial en la del Templo Maldito donde yo, con mis diez años o así, ya fue ver este plano y que me chorrease todo, sin saber por qué, claro...

Ahora ya sé por qué: ese sobaco que tenía era para comérselo a bocados. Bueno, a lo que iba, que iba con mucha ilusión a ver Tintín y los títulos iniciales de crédito ya me encantaron porque eran un resumen de todas sus aventuras, una detrás de otra, en plan silueta... ¡muy bien, Stevie! El comienzo estuvo bien hasta que ví que la historia se alejaba del original y se convertía en un absurdo que nada tenía que ver con Tintín y sí con Indi, pero sin que ya pusiera cachondo a nadie. Que la historia se tergiversase y tornase de historia de reportero detective a arqueólogo con poco aprecio por las antigüedades no me hizo gracia, cierto, pero menos aún que no apareciera Tornasol... Digamos que son licencias para la gran pantalla, vale, admitimos pulpo como animal de compañía, pero este no era mi Tintín...

Pero eso no fue lo peor. Lo peor fue ver una animación espectacular en unos cuerpos que sostenían unas cabezas inexplicablemente gordas y gigantes, como si todos fuesen los hijos de Cher en Máscara...

Vale que en el cómic son cabezas grandes, pero entra dentro de la convención y no se hace raro, pero es que en la peli es como ver a los cabezudos en las fiestas del pueblo, que hasta a veces da la impresión de que les va a vencer el peso de su dirigible cráneo... Y se nota sobre todo en el capitán Haddock, que en ocasiones se da hasta un aire a Miliki...

Total que, si no habéis ido, vais a ver una adaptación con la gracia de ver un clásico de la infancia pero en la que destrozan la historia, maltratan al físico de los personajes y llevan a cabo unas insinuaciones de lo más burdas para negar la supuesta relación homoerótica entre Tintín y el capitán Haddock con un diálogo tal que así:

Haddock -   No me gusta que me ataquen por detrás
Tintín -        No se preocupe, no estoy interesado en eso

Se podría ser más burdo, sí, pero para eso ya está Telecinco. ¿Puntuación? Un 5 y va que chuta... Ah, y que creo que ya me han arreglado lo de que la bloga no se cargase y apareciese como inexistente. Aleluya.