703

Tías, 703 postas que hago con esta... y eso que no la iba a hacer porque últimamente no estoy yo con cosas que contar y me empieza a aburrir lo de contar noticias de maricas y tal...

En fin, que no la iba a hacer hasta que me he me ha entrado una irasosiá que no os podéis imaginar... ¿Por qué? Pues porque estoy hasta la seta mágica de que haya siempre gente que se empeñe en que hagamos lo que a ellos les salga de su seta no mágica... y no porque no sea no mágica, ¿eh?

No sé si alguno de vosotros habrá oído hablar de una aplicación para el iPhone que hacía apología de la conocida como Manhattan Declaration, una llamada a la conciencia cristiana (sic) o panfleto norteamericano (no les echéis la culpa, aquí tenemos a la Conferencia Episcopal) en el que básicamente se definen las líneas ideológicas que deben marcar la lucha por lo bueno y santo, esto es, nada de aborto y nada de matrimonio salvo que seáis hombre y mujer... Y estamos con lo de siempre: ¿Por qué no me deja a mi vivir como me salga de la figa como se supone que hizo su señor Jesús hace 2000 años? ¿Por qué se cree ud. cosas de un libro fantástico como es la Biblia y no se cree que las Metamorfosis de Ovidio (un escritor real, no como la inspiración divina) sean igual de reales, o sea, nada reales?

Apple retiró la app, pero hay otra por la que llegas a lo mismo, que me la he bajado y no hablo por hablar, y cuyo objetivo comercial son aquellos que luchan contra su atracción homosexual... Y luego, como siempre, esos fulanos son los primeros que se comen una buena polla así de grande, se follan a un niño, etc. y luego dicen que es que les poseyó Satanás... Sin comentarios... Pero claro, es que la cosa es problemática por una razón...

Resulta que de todos los ataques que hay en sus libros sagrados, Biblia en griego, hacia los homosexuales, es ya imposible encontrar referentes en la sociedad actual, porque un homosexual es igual que un heterosexual, sin cuernos, y eso es lo que les jode, que los homosexuales no seamos violadores, monstruos, asesinos y eyaculadores de semilla sobre la sucia tierra (como el pobre Onás, que se corre fuera para no dejar preñada a la tía y le cae el sambenito de ser un masturbador compulsivo sin ser él tal cosa)... bueno, esto de eyacular la semilla sagrada sobre el suelo sí es verdad, jajaja, pero no hace falta ser maricón para hacerlo...

Esto me recuerda mucho a El Rey Pasmado, la película basada en la novela de Torrente Ballester, en la que un monje integrista se empeña en hacer pasar por la cruz a todo Clifford, tanto que hasta aconseja al valido (Conde-Duque de Olivares, con un Gurruchaga genial) echar un polvo en plena eucaristía rodeado de monjas rezando el rosario para que no haya vicio y por tanto haya concepción, jajaja! Hasta tal punto llega su extremismo religioso que pierde el respeto de la Corte, le envían a Italia. El valido le escribe una recomendación que sella y lacra para el embajador en Roma en la que se lee...

- ...y, así, fray Germán de Villaescusa lleva consigo un pliego que no debe llegar nunca a la curia vaticana, señor embajador. En cuanto al padre, no tenemos necesidad de verlo por aquí en mucho tiempo; y, cuando venga, que venga convencido de que mucho mejor que quemar judías es acostarse con ellas.

Más sobre la Declaración de Manhattan en Queerty.