8 de octubre de 2012

Miniguía de Nueva York I

Bueno, después de un mesecito de vacaciones blogueriles creo que ya va siendo hora de retomar la bloga y contar el viaje a Nueva York de hace un mes, como en su momento hice, de forma pésima, hace ya como 4 años o así...

Bueno, lo primero de todo es que, cuando vayáis a sacar el billete, evitéis Iberia, porque el autobús avión es incómodo a más no poder, y un viaje transoceánico de casi ocho horas se hace bastante cuesta arriba, la verdad. Segundo, Nueva York es una preciosidad en invierno, con la iluminación navideña, la pista de patinaje del Rockefeller y tal y pascual, pero es una experiencia heladora para hacer turismo, y lo dice uno de Burgos, así que avisados: primavera u otoño.

Nosotros fuimos con Iberia, como habréis supuesto, y todo parecía que iba a ir estupendamente hasta que empezamos a ver que en la terminal empezaban a oírse hosannas y cosas por el estilo, allá, a voz en grito, y resulta que había como una aldea completa de judios ortodoxos que se pusieron a rezar allí mismo. Conste (lo digo por si hay algún idiota que le da por acusarme de antisemitismo o así) que me cagué en todos ellos y sus divinidades como lo hubiera hecho si fueran católicos integristas o islamistas practicantes, ¿por qué? Pues porque yo no tengo por qué aguantar los ritos públicos de novelas fantásticas de nadie, sean de la Biblia, El Señor de los Anillos o Star Trek, que para eso están las convenciones de fans en centros comerciales/templos.


Total, volviendo al tema, que pensé me cago en todo como estos se nos monten en el avión, y, por hablar, así fue, y toda una tribu de los hijos de Abraham evitaron que saliésemos a la hora porque se negaban a sentarse en asiento alguno que estuviese junto a una mujer, así que removieron Roma con Santiago (o Jerusalem con Tel Aviv) hasta sentarse. Durante el viaje, aquello parecía más el templo que desalojó Cristo que un medio de transporte... en fin.

Llegar a EE.UU. y cruzar la frontera es una puta odisea que deja a las aventuras de Ulises a la altura del barro entre que primero hay que haber rellenado un permiso (la puta ESTA, desde España y por internet) que cuesta 14$ y que después hay que esperar una cola en el control en el que te escanean cada huella de la mano y luego te hacen una foto... Y se las dan de ser el país epítome de la Libertad ¬¬

Tras el proceso burocrático, la cosa está en buscarse un transporte a Manhattan, que es donde se suele quedar uno, y se puede salir a coger un taxi, claro, o el metro. El taxi desde JFK tiene un precio estipulado, que ahora acaba de subir a 52$, hasta Manhattan, cogiendo uno de los típicos taxis amarillos que están controlados por un supervisor que te da la vez, vamos, igualito que la merienda de negros de Barajas... No tienes obligación de pagarle propina, pero si no se la das te la piden... así que le pones mala cara, le dices good bye y santas pascuas. Ahorrad, que las propinas sí son obligatorias en restaurantes y bares... ahora iré con eso.

Lo mejor, sinceramente, que podéis hacer, es coger el metro sin miedo desde el aeropuerto comprando una metrocard. Por 27$ podéis sacaros la que te sirve para una semana completa, porque a poco que uséis el metro, la amortizáis. Se puede pagar con tarjeta de débito/crédito, claro, aunque lo mejor es que paguéis todo a débito porque vuestro banco no os cobrará comisión de cambio de moneda o recargo alguno (al menos a mi, con el Santander, nada de nada). Ah, el tren que te deja en el aeropuerto, al igual que en Barajas, tiene un recargo que hay que pagar en la máquina expendedora.


El tema propinas es de cagarte en todo, la verdad, porque si no la dejas y te vas del sitio, te salen a buscar. ¿Cuánto dejar? La regla de oro es calcular el doble de los impuestos, que vienen desglosados y que ronda el 8%, así que si el impuesto es de 8$ tenéis que dejar 16$, sea en efectivo o sea con tarjeta (lo que es surreal, porque después de firmar la transacción tienes que poner tú mismo la tip y te la cargan a la tarjeta)...

No se me ocurren, de momento, más cosas, salvo que os compréis el City Pass, un conjunto de entradas para las típicas atracciones de la Gran Manzana con una rebaja substancial que hará que os ahorréis dinero y tiempo/colas, porque con el City Pass se entra sin pasar por taquilla, y también que llevéis un plan con las actividades día a día, que si no te vuelves loco. Aquí contaré lo que vimos nosotros. Seguramente falten cosas y haya mil rutas mejores y diferentes, pero es lo que hay. ¡Ah! Y no llevéis la maleta muy llena, seguro que compráis allí un montón de ropa ;-)

3 comentarios:

  1. Habiendo como ha salido ayer el informe del Ministerio de la devota Fátima que dice que durante esta década migrarán un millón de españoles...ya le hubiera salido rentable quedarse allí y ahorrarse el futuro billete :-)

    Y pequeñas apreciaciones....el sistema bancario español cobra comisión por sacar dinero en efectivo en el extranjero, no por pagar con tarjeta, sea de débito o crédito (más segura), sino por ir al cajero a disponer dinero contante y sonante....y si le persiguen por no haber aflojado la correspondiente propina, se debe a que está estipulado que forma parte de sus sueldos...y toda teoría económica se glogabliza ..quien sabe si en Madrid en unos lustros lo vemos... :-)

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  2. Querida amiga,
    Cuando sales del país, los bancos son muy listos y, aunque la tarjeta sea de débito, no funciona como tal (administrativamente si, claro) y te piden una referencia de identidad sí o sí en las tiendas, con lo que es igual de segura, y sí, los bancos, cuando pagas a crédito, te cobran una comisión, que rondaba el 3% en el caso de mi costillo,... En mi banco no fue así pero me avisaron de que con la de crédito, a partir de una determinada compra, cobraban una comisión.
    Lo de la propina-sueldo, maricón, es voz pópuli.

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  3. Yo coincido con el primer comentario: si compras con una tarjeta en el extranjero,independientemente de que sea de crédito o de débito,no se cobra ningún tipo de comisión adicional al importe de la compra.En todo caso,puedes tener un pequeño sobrecoste por el cambio que te apliquen a la divisa,en este caso,la conversión dólar-euro.Sí te cobrarían si dispones de efectivo en un cajero extranjero,pero de la misma forma que te cobran si sacas dinero en España de un cajero que no es de tu entidad bancaria o de tu red.Una tarjeta de débito funciona SIEMPRE por conexión telefónica,por eso es de débito.Esto significa que,cuando pasas la tarjeta,se realiza una llamada de datos a tu banco para que compruebe si tienes o no saldo en la cuenta y autorice la compra.El único caso en el que una tarjeta de débito funciona a crédito (es decir,sin comprobar si tienes o no saldo en la cuenta) es....mejor no te lo digo,que no quiero generar fraude bancario.A lo mejor lo que deberías hacer es decirle a tu costillo que cambie de banco....

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Piiiiip

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