11 de marzo de 2013

Pelucas y Tacones

Bienvenidos a una nueva entrada en el errático ritmo de publicación que lleva la bloga en estos últimos... años.

Este finde hemos estado en la pérfida Albión o, en palabras del mismísimo Pérez Galdós, "Inglaterra, esa puerca", ¿y por qué? Pues no quiero que parezca que era una visita superficial, claro, así que explicaré que aprovechamos la visita a un amigo que vive en la isla para asistir, contentos y felices, congelados y bastante mojados, a Pelucas y Tacones...


¿Que qué es Pelucas y Tacones? Pues es una fiesta a la española, mamarracha, petarda y marica-no-excluyente que se celebra en Londres cada dos meses más o menos, cada vez con un título y una temática, para los expatriados patrios y los que se quieran unir, claro, que no se discrimina a nadie. ¿El lugar? The Concrete, un local con un sótano muy sórdido que aún le da más encanto a la celebración por el Southbank mi coño moreno algún lugar de la capital inglesa. ¿La temática de esta vez? Los musicales, así que allí había gente disfrazada de todo, desde Moulin Rouge hasta Blancanieves (con sus animalitos aferrados a las faldas) pasando por A Chorus Line y mamarracherío y peluca en general.


Por una vez, y sin que sirva de precedente, no nos disfrazamos pero nos lo pasamos de miedo. ¿Por qué? Pues gracias a Mecano, Massiel, Raphael, Olé Olé, Hombres G, Raffaella Carra, MacNamara, Objetivo Birmania y tantas de esas músicas petardas que tanto animan una fiesta de españolitos mientras el resto de asistentes de nacionalidades varias flipan en colores con la selección melódica.


Mucho buen rollo, desvirtualizaciones varias, risas, bailes y alcohol carísimo que como está en libras parece que no te gastas nada porque lo piensas en euros y la sorpresita es de arriquitaun taun taun.

¿Qué más? Pues que Londres es una ciudad estupenda muy a pesar de sus habitantes, con una hostelería que funciona de miedo porque es innovadora, ofrece un servicio muy bueno y la gente tiene la educación suficiente, a pesar de ser lo que son, para salirse a fumar a la calle, no como en este país de imbéciles que somos donde no sólo hay gilipollas que fuman dentro de los bares (véase Diamante o Kluster) sino gente igual de estúpida que no se queja de ello. Y luego nos preguntamos por qué necesitamos un rescate.

No puedo contar mucho más del viaje porque sólo fue beber y comer, que no estaba el tiempo para ver nada de nada y en un finde tampoco se pueden hacer muchos jeribeques.

Y ya.

¡Ah, no! Y que Pelucas y Tacones hará su debut madrileño el próximo 13 de abril. Lo sepáis. Allí nos vemos.


5 comentarios:

  1. Las aludidas piden que se les quite la marca negra...buscan su minuto de gloria.

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    1. Jajajajaja yo soy uno de los de la foto y la verdad que a los k vivimos expatriados nos encanta!! Viva el Pelucas, los amigos que hemos hecho gracias al Pelucas y a su organizador Alejandro ke se lo curra mogollón con la temática, la música y el hacer partícipe a la gente. Y seguiré disfrazándome y haciendo las mamarrachadas k sean necesarias, k eso es la chispa de la vida no? Sino k aburrido sería!!

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  2. ¡Anda! Pues habrá que ir cuando sea por aquí.

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  3. ¡Genial! Cualquier excusa es buena para viajar y pasarlo bien

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  4. Qué guay. Pues hace mucho que no voy a una de esas en España!

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Aunque ya no se lleva nada, puede comentar después de la señal, por favor. Le contestaré lo antes posible. O no. Gracias.
Piiiiip

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