3 de septiembre de 2013

De terrazas y sus circunstancias

Los que me conocen y los que me siguen en las redes sociales ya saben que soy muy pesado, en general, y muy cargante, en particular, con el tema de ir al gimnasio y tal. Voy a un gym que está en el centro, GYMAGE, que no sé por qué lo pongo todo con mayúsculas, por cierto, y que ahora se llama GYMAGE Lounge Resort, ¿pretencioso? Nooo, qué va... A ver cuándo se da cuenta la gente de que usar el inglés así es transnochado, cutre y pueblerino, y te lo dice tu filólogo inglés favorito, amiga.
No está mal, la verdad. Tampoco es que te puedas encontrar grandes cosas en el centro de Madrid, porque los locales son pequeños y están bajo tierra y son un agobio, en serio. Como mucho uno puede irse al gym que está en los bajos del Hotel ME, en Santa Ana, pero te cobran 100€ al mes, y mira, Mari, no está la cosa como para soltar pasta, sobre todo con ese olor a cloro (maravilloso mutágeno) que tiene la sala.
Hará ya cosa de un año que abrieron mi gimnasio con ciertas pretensiones, y no es que lo diga yo, es que lo anunciaban (y lo anuncian) como "el primer gimnasio de lujo a precio asequible", que es toda una paradoja, todo sea dicho, porque nada que sea de lujo se anuncia a precio asequible. El caso es que tiene luz natural y es grande y amplio, y ese es el mayor lujo que tiene, seamos sinceros, además de ser el gym con más clientela gay de la ciudad. Además, hace unas semanas, en la azotea, han habilitado una pedazo de terraza inmensa y que deja a las demás de Madrid bastante por los suelos, empezando porque pagar 7€ en vez de 14€, como en el Óscar, es magia y es bien.

El lugar es amplio, de diseño y la iluminación nocturna es genial. Muy recomendable para ir..., como el gimnasio. Me confieso muy fan de ambos, y no porque sea su alcalde. Y ahora vienen los peros.
PERO 1. No hay ascensor, y, amiga, para ir al gym no me quejo, pero para relajarme en la terraza, qué quieres que te diga, cuatro pisos no son lo mejor... Pone que en septiembre ya funcionará, pero no lo hace aún y eso es muy mal.
PERO 2. Uno te toma la comanda, otro te trae la bebida, otro se confunde y te trae una bebida que no es tuya. Demasiada gente. Es un lío. Es incómodo.
PERO 3. Te traen la copa ya servida. Sí. Como lo lees. Te viene una chica vestida de vestal (muy mona, sí) y te trae en la mano (¿bandeja? ¿qué es una bandeja?), así que te tienes que fiar de que lo que has pedido haya salido de una botella cerrada. Yo pude comentarlo con uno de los responsables y me dijo que, claro, con tanto desnivel, logísticamente era muy difícil servir en la mesa. Evidentemente, si en vez de poner a un profesional pones a gente mona, pues mal van a llevar bandejas... y algún cliente te pedirá el libro de reclamaciones.
PERO 4. Tienes que ir a pagar a la caja, o sea, pasar por caja. Con lo fácil que es cobrarte al servirte. Pero también te puede ocurrir que tras pedir para 13 personas, a la hora vengan a cobrarte sí o sí porque cambian el turno y, claro, te quedas en plan eeeeeer... ya sé que no quieres echarnos pero lo vas a conseguir.
PERO 5. Anuncian que ya abren a "medio día"... Se dice mediodía, como medianoche, todo junto.

PERO bueno, después de estos peros, insisto, es la mejor terraza de los alrededores, los chicos están haciendo todo lo posible porque vaya bien, aunque estén muy un poco verdes en la cosa de la hostelería, la verdad, y en cuanto lo arreglen todo irá perfecto, seguro, pero os tenéis que poner las pilas y asumir, aunque no mole mucho, que la clientela es marica porque estáis en pleno barrio marica, y es mejor tener maricas que bebés que lloran a las 11 de la noche: molestamos menos y gastamos más, tópicos aparte.

¿Dónde? Corredera Baja de San Pablo 2 / Plaza de Santa María Soledad Torres Acosta (vamos, Plaza de la Luna para el vulgo, donde los antiguos cines)

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Piiiiip

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