15 de agosto de 2013

El COI es como Mamma Russia

Lo primero es que tenéis que tener en cuenta es que lo de Mamma Russia está en inglés y deberíais leerlo como mamarrasha.
Como estoy muy perro y de vacaciones y no me apetece escribir (aunque eso me pasa de vacaciones y en jornada laboral), voy a inspirarme (vamos, traducir y darle mi toque personal, amigas) en un artículo la mar de interesante de The XX Factor a cuenta de estos hijos de puta de rusos homófobos de mierda en connivencia con el Comité Olímpico Nazi InternazionalInternacional, y es que ayer (perdón, antes de ayer, que estoy escribiendo esto anoche) el Ministerio de Interior Ruso confirmaba lo que varias autoridades del lugar llevaban anunciando durante semanas, y es que la gente abiertamente gay, fueran público o atletas participantes, serían arrestados bajo las nuevas leyes de homofobia que están dando rienda suelta a los brutales ataques y discriminación que se viven en ese país del que ya decía Paquita La Culona (Franco, vamos) que no eran trigo limpio. ¿Cómo te quedas? Pues con muchas ganas de ponerte a matar rusos, pero nosotros no somos así, por suerte, sobre todo porque a ver quién es el guapo que quiere prescindir de su señora de la limpieza con titulo de doctora en física molecular, claro, que limpian mucho mejor que una nacional o una filipina [todo esto es irónico; lo aclaro no sea que alguno se lo tome a la tremenda, que ya nos conocemos, y me monte un Change.org].
Lo peor no se queda ahí, lo más fuerte es que el COI dio a conocer su parecer diciendo que claro, que es normal, que unas olimpiadas no son el lugar para el "activismo político o religioso" de acuerdo con su artículo número 50 de la letra pequeña de los estatutos, que establece que en el entorno de los Juegos Olímpicos "no se permitirá ningún tipo de propaganda racial, religiosa o política". Todo muy o sea, o sea, porque digo yo que qué tendrá que ver la raza, la política y la religión con ser maricón o bollera, una condición biológica de la sexualidad de uno, vamos... En su lógica, hay que callarse y no hay que hablar de la sexualidad de uno en ningún caso.
La respuesta es absurda en varios niveles. Primero porque está mal desarrollada. Para la nueva ley el concepto es tan amplio que simplemente decir que quieres y aprecias a un pariente que es maricón es una razón suficiente para que te empapelen, y eso tiene poco que ver con algún tipo de propaganda. La segunda razón, y de más peso, es que la noción de que dar voz a los gays y sus derechos o simplemente ser gay es "propaganda política" es obtusa e insultante. Ayudar y apoyar el derecho de los homosexuales a existir abiertamente no es algo político, es una cuestión de dignidad humana, de respetar que los gays son tan humanos e iguales al resto como cualquier otro, y no ciudadanos pervertidos de segunda clase, vamos, eso de los Derechos Humanos.
Los atletas gays no tienen intención de hacer una gran marcha homosexual por todo Sochi arengando a las masas, como tampoco lo hicieron los célebres atletas negros (condenados después al ostracismo en su país, EEUU) que demostraron con su puño en alto del black powerque eran ciudadanos como los demás. Los atletas gays simplemente querrán llevar un pin con su arcoiris y, simplemente, darse un beso con su pareja tras ganar su medalla o la competición, y eso no es una demostración política, es una cuestión de dignidad (y van dos).
Pero al final no hemos de olvidar que todos son muy abiertos con la causa homosexual, pero con ese resquemor de "oye, pero no se por qué tenéis que estar demostrándolo constantemente", que por esa regla de tres podíamos prohibir a los bebés por ser una demostración de la heterosexualidad. Lo típico, yo tengo muchos amigos maricas y me encantan, son muy buenos y divertidos, sensibles y trabajadores, y guapos y musculosos... pero mi hijo que mejor no lo sea...
¿Qué ocurrirá? Pues lo primero es que debemos demostrar a ese país de mierda (o a sus políticos, seamos justos) que podemos boicotear, y mira que me gusta el vodka ruso, pero bueno... si hay que pasarse al Absolut, sea. Lo segundo es obligar a los respectivos comités olímpicos de cada país a ver que las cosas no son como las pintan y que no vamos a pasar por ahí, o estos juegos serán conocidos como la vergüenza del espíritu olímpico, incluso más que aquellos en los que ni Hitler, y mira que para nazi él, se atrevió a meter negros olímpicos en la cárcel.
Gracias, Tilda Swinton, por defender los derechos de los gays rusos.

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Piiiiip

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