Churras y Merinas

Mira que es difícil poner títulos a las entradas a veces.

Bueno, para los que no os habéis enterado ya, que no seréis muchos, porque está la red que arde, resulta que han pillado al párroco de Churra, Francisco Javier Ruiz, mientras le comían churra, con sus fotos y todo, y claro, la escenita del párroco con un arrodillado delante resulta de lo más... de lo más religiosa.

Al cura ya lo han largado de la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación de Churra (sí, os podéis descojonar), porque ya se sabe que la jerarquía eclesiástica, de puertas afuera al menos, no tiene mucho amor por las cosas de Sodoma, y si hay fotos de por medio menos aún.

Mientras buscaba una foto (con pantalones) de Paco, he encontrado una entrevista que le hicieron en 2008 en la que decía que "el demonio no descansa nunca", haciendo alusión a que los pecados nunca se toman vacaciones, y que él siempre iba a ir vestido de sacerdote (algo que cumple incluso de cancaneo, se ve...) en este mundo secularizado "donde por todas partes se quiere quitar a Dios". Tela.

Pretender creernos, o que nos hagan creer, que los sacerdotes o las monjas no tienen rabo o almeja un pleno uso de sus facultades es una estupidez, y hay muchos curas que, a pesar de lo que diga jerarquía, practican el sexo (follan, vamos) y los hay maricas y bolleras y de todo, y si eso implica que lo hagan de una manera sana y natural, adelante. La represión sexual, no follar, o no asumir el sexo, crea monstruos, crea enfermos sexuales y pedarastas y un montón de basura, como ya sabemos, y es antinatural (al contrario que la homosexualidad) y seguro que a Dios no le mola nada. ¿Que eso es desobediencia o cinismo? Pues prefiero un cura cínico que es capaz desublimar su sexualidad con otro adulto a un enfermo obediente que luego practica el abuso, así de simple.

A mi las religiones no me gustan, ni los curas ni nada que tenga que ver, pero no estoy por la labor de llevar a cabo una caza de brujas sólo porque vistan con hábito o sotana. Eso ya lo llevan haciendo ellos siglos y no ha servido para nada bueno, además de que no nos podemos poner a su nivel. Otra cosa es, como en el tema del outing, denunciar o publicar a esos hipócritas que vana Dios rogando y con el mazo dando, valga la expresión; gente que condena públicamente el pecado y lo practica en la intimidad... Esa gente no me merece el mínimo respeto, deberíamos sacarlos del armario y exponerlos públicamente. No sé si es el caso de Paco, el párroco de Churra, pero seguro que, si así es, no tardaremos en enterarnos. Y, si no, pues vaya putada que le han hecho, amigos...